Las bodas ya no son lo que eran hace unos cuantos años, si preguntamos a nuestros padres o abuelos, nos daremos cuenta que la preparación de una boda ha cambiado mucho con el paso del tiempo.
En época de nuestros abuelos, a las bodas acudían los familiares y vecinos del pueblo o del barrio, si vivían en una ciudad, y normalmente se celebraba una ceremonia religiosa tras la cual no había un banquete tal y como lo conocemos ahora, si no que la familia de los novios, preparaba una comida o merienda en su casa o en algún parque y celebraban el reciente enlace, aunque había quien lo celebraba en un restaurante. En época de nuestros padres, se celebraba la ceremonia religiosa y después comían todos en un restaurante, esto era el banquete de novios, pero, aunque guarda parecido con las bodas actuales, la manera de organizarlo ha cambiado mucho.
Ahora la mayoría de las bodas son bodas tematizadas, muchas bodas son de noche cosa que antes no ocurría y los novios ya no se limitan a contratar el banquete en un restaurante, si no que buscan que el menú se adapte a los gustos de todos los invitados, que la decoración sea bonita y dulce, con flores, bicis, carteles que señalicen el candy bar, la zona de baile, la zona de animación con su photocall, donde está el libro de firmas… y demás espacios habituales en las bodas actuales que antes eran impensables.
Pues bien, una boda requiere de muchos preparativos, desde la elección del lugar, la fecha y hacer la lista de invitados, desde el momento en que anunciáis la boda, hasta la elección del vestido de novia y del novio, la elección del restaurante, el fotógrafo, comprar las alianzas, comprar los regalos para los invitados, la prueba del menú, elegir y contratar la luna de miel, diseñar, redactar y enviar las invitaciones…las flores, la música… un sinfín de tareas y decisiones en pareja que se verán culminadas el día de la boda.
Organizar una boda parece sencillo, pero os aseguro que lleva mucho trabajo y muchas decisiones que tomar, se necesita tiempo y calma para organizar una boda y más las bodas actuales en las que cada detalle es cuidado al mínimo. Por eso y porque ahora, la mujer trabaja fuera de casa, muchas parejas se ven sin tiempo de organizar su boda, y ahí es donde aparece el papel del Wedding Planner.
Un wedding planner, es una persona que por medio de reuniones con los novios para conocerlos y saber cómo imaginan el día de su boda, se encarga de todas las tareas, trámites y negociaciones que los novios no pueden hacer, para que tengan la boda perfecta, siempre con la decisión final de los novios a todas y cada una de las gestiones.
Lo bueno de contratar un wedding planner, además de que te ayuda en todos los preparativos, es que al negociar directamente con proveedores y estar habituada a trabajar con ellos suele conseguir buenos precios respecto a si no contáis con esta ayuda, claro que por contra, tendréis que pagarle al wedding planner. En cuanto a las opciones de contratación, vosotros elegís hasta donde queréis que llegue esa ayuda, puede ser para la preparación integral de la boda o para algunas cosas, como la decoración del lugar del banquete o ayudaros a encontrar localizaciones para el enlace.
El wedding planner os ayudará mucho en la preparación de vuestra boda y podréis disfrutar de todos los preparativos porque hay un profesional detrás que os aconsejará muy bien dada la experiencia que debe tener, sin sufrir los nervios y discusiones típicas de la preparación de una boda, porque aunque deberéis tomar decisiones juntos, os ahorrareis el estrés de buscar todas y cada una de las opciones.
¿Qué os parece el papel del Wedding planner?
¿Habéis contratado uno para vuestra boda o pensáis hacerlo?
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