A finales del pasado mes de mayo Miranda Kerr y el cofundador de Snapchat, Evan Spiegel, se daban el «sí, quiero» de forma sorpresa para los medios en una íntima ceremonia que tuvo lugar en su casa de California con apenas 50 invitados. Muy pocos detalles trascendieron del enlace, a excepción de algunas imágenes puntuales que los paparazzi lograron capturar a centenares de metros. Ni siquiera supimos nada del esperado vestido de novia hasta ayer mismo cuando la modelo australiana decidió compartir varias imágenes del gran día en su cuenta de Instagram.
El vestido de novia de Miranda Kerr
El vestido fue una creación de Alta Costura de la diseñadora María Grazia Chiuri, directora creativa de Dior. El vestido, de manga larga y con flores bordadas a lo largo de todo el conjunto, culminaba con un impresionante velo de varios metros de longitud que se ceñía al cabello con una diadema de flores que nos recuerda a la que lució Grace Kelly en el día de su boda con Rainiero de Mónaco.
Quizá, igual que el de la actriz, el vestido de Miranda Kerr pase a formar parte de los vestidos de novia más icónicos de los últimos tiempos. Tal y como ha explicado la top en la versión americana de Vogue, solo hicieron falta dos pruebas del vestido de novia para lograr el fitting final. Según palabras de Chiuri «Miranda quería algo de cuento de hadas y me dio la idea de hacer un vestido muy emocional pero a la vez sencillo».
