Una boda trae consigo infinidad de preparativos y suelen empezar a organizarse con muchos meses de antelación. Todos los novios quieren que su boda sea perfecta y le dedican tiempo y esfuerzo a organizar hasta el más mínimo detalle. ¿Y qué es lo primero que la gente puede juzgar de una boda incluso antes del gran día? Las invitaciones, esa carta de presentación para vuestra particular fiesta
Con color
La discreción ha quedado atrás, o por lo menos ya no es la tónica dominante en cuanto a invitaciones de boda se refiere. Los estampados llenan los tarjetones, pero no se quedan solo ahí. Las minutas, los números de mesa y todos los detalles en papel siguen la misma línea y ayudan a crear armonía en la celebración. Incluso si apuestas por invitaciones austeras puedes incluir el colorido en el interior del sobre. Los motivos que más triunfan son los florales y los animales, pero todo está permitido.
Invitaciones de boda que reflejan tus aficiones
Las invitaciones son la carta de presentación y pueden utilizarse para reflejar alguna de las aficiones de los novios. Para los más viajeros, las invitaciones pueden convertirse en pasaportes, mapas o incluso mensajes dentro de botellas. Si vuestra pasión es la fotografía os encantarán los carretes antiguos personalizados con vuestras iniciales de los que salen todos los detalles a modo de negativos.
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