HILOS

Al comenzar a escribir, decidí firmemente no expresar mis sentimientos o aspectos de mi vida personal más profunda. Esa vida que sólo pertenece a uno, la intimidad, que una vez descubierta por otros queda corrompida y deja de ser nuestra…

Lo he intentado, de verdad que así ha sido. Pero es imposible.

No encuentro inspiración en la superficialidad; no nacen sino textos rebuscados, tratando de saltar o rodear todo aquello que no quiero mencionar, como una carrera de obstáculos. Y aportan sólo una lectura fácil sin dejar ningún poso o una invitación a la reflexión profunda.

Como seres humanos tenemos intereses comunes que nos unen a través de una especie de hilo finísimo, transparente que, a veces, se rompe, pero otras, al expresar todos nuestros miedos y alegrías se hace más fuerte y el vínculo con los otros es mayor.

Y eso es lo que busca un escritor, una fuerte relación con sus lectores, de quienes depende para continuar creando.

Y eso es lo que busca un lector, identificarse con esas letras que, primero desordenadas, decidieron convertirse en expresiones que le remueven por dentro, creando nuevos e incoloros hilos con los que agarrarse a la realidad.


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