Siempre me han encantado las flores. Las de otoño, las de invierno, las de primavera… lo cierto es que me gustan todas salvo las grandes y exóticas.
Mucho han cambiado y evolucionado los ramos de novia en los últimos años. Su tamaño, su forma, e incluso su composición. Es un tema que Mike Bourguignon y yo discutimos a menudo mientras nos frotamos las manos soñando con el regreso de los elegantes ramos en cascada típicos en las novias de los años 30 y 40.
Y no dilucido sobre el futuro floral con cualquiera, Mike es el último eslabón generacional de Bourguignon, una de las mejores floristerías de Madrid.
Cintas de raso de medio metro, ramos de novia considerablemente grandes y formas horizontales, desordenadas e irregulares. Adiós al ramo formato micrófono, perfectamente simétrico y circular. Los tonos pastel, irremediablemente y con razón, siguen siendo los reyes de la fiesta.
No solo han cambiado los ramos de novia en sí, sino que también lo ha hecho la forma de fotografiarlos. Desde EEUU llega una sorprendente tendencia, una estética fotográfica que a buen recaudo no nos abandonará en breve.
Y tú, ¿ya has elegido silla para tu ramo?
Hablando de Bourguignon, ¿has visto la decoración tan espectacular que prepararon en la boda de Victoria y Pablo?
Un fuerte abrazo, Ana.
Acabo de ver la decoración y es preciosa pero lo que más me ha impactado es el pedazo de vestido de novia que le diseñó Lorenzo Caprile. Parecía una princesa!
La decoración de la Iglesia por Bourguignon es una pasada y no está nada vista!!