Las fotografías con magia de Ana Abril Weddings

Hay veces que las fotografías cobran vida, que tienen personalidad. Ese es el caso de la fotógrafa Ana Abril. No te pierdas este reportaje tan especial.

Hoy os muestro un editorial nupcial que no dejará indiferente a nadie. Ana Abril logra que su trabajo sea distinto por su sello personal. Puede que sea la luz, el encuadre o las localizaciones tan especiales que escoge. Sea como fuese, no te lo puedes perder.

A pesar de la profesionalidad que desprenden las imágenes de la fotógrafa madrileña, la realidad es que no tuvo esa vocación artística de joven. Durante su infancia trasteaba con las cámaras de fotos y vídeos de su padre sin mayor interés, y no fue hasta sus últimos años de máster de periodismo donde sintió la revelación de querer dedicarse por completo al mundo de los negativos y los encuadres.

Lo tenía claro. Lo suyo era crear historias a través de la fotografía, llenándolas de cariño y pasión. Y tras este «click» en su cabeza decidió licenciarse en fotografía profesional y regalarnos años después imágenes tan personales como las que os muestro a continuación.

Su primera toma de contacto fue el fotoperiodismo y los reportajes sociales de fondo. Sin embargo, los reportajes nupciales no tardarían mucho en llegar. Una amiga cercana, al ver sus trabajos, le propuso ser la fotógrafa de su boda.

Y así, sin mayor premeditación, comenzó a notar que quería hacer de esa experiencia inolvidable su trabajo. Captar los sentimientos, los momentos, plasmar emociones en imágenes…

Ana Abril es una fotógrafa poco común, de eso no hay duda, fácil de identificar por el toque personal que le otorga a sus imágenes consiguiendo que tengan un estilo propio.

Consigue crear un clima de complicidad con la novia que en ocasiones acaban convirtiéndose en verdaderos lazos personales. Algo esencial a la hora de trabajar ya que cada estado de ánimo o detalle puede quedar plasmado en el reportaje más importante de tu vida.

Ana Abril se dirige a novias aparentemente sencillas pero que al igual que sus fotografías tienen algo especial. Su mayor deseo es que disfruten al máximo de su día, que depositen toda su confianza en ella, olvidándose incluso de que está presente.

Confiesa que cuando realiza un reportaje nupcial le gusta estar en todas partes pero al mismo tiempo ser invisible para todo el mundo. Y adora las bodas en las que los abrazos, besos, risas y lágrimas inundan el ambiente.