Raquel Canseco: «Si escribes sin esperar nada más que disfrutar haciéndolo, los resultados llegan solos»

Entrevistamos a la autora del blog "Dorothy's Red Shoes"

Cuando le pones pasión a lo que haces, los resultados solo pueden ser buenos. Raquel Canseco, más conocida por todos como Dorothy’s Red Shoes, es un claro ejemplo. Y es que, el éxito de su blog reside en escribir sobre lo que realmente le gusta pues, como ella misma dice, si escribes porque te encanta sin esperar nada más que disfrutar haciéndolo, los resultados llegan solos. Y así ha sido cómo ha llegado a ser una de las bloggers de referencia en nuestro país, haciendo lo que ama y disfrutando al máximo de los pequeños detalles. Algo que transmite día a día a través de sus posts y que, sin duda alguna, atrapa a todo aquel que la lee.

© Natalia Ibarra
Raquel Canseco © Natalia Ibarra

¿Cómo nació tu blog? ¿Qué es lo que te animó a abrirlo?

Pues lo cierto es que fue una época difícil en el trabajo. Después de muchos años trabajando en agencias de publicidad y comunicación donde el componente creativo era básico en cada tarea del día a día, cambié a un trabajo en el que primaba mucho más el control de las cifras y las labores de gestión.

Sentía que la alegría con las que había afrontado siempre el día a día se estaba apagando y me decidí a abrir el blog para seguir en contacto con todo lo que me gustaba y con gente apasionada por lo que hacía. A los pocos meses, mi chico me regaló un anillo de compromiso por mi cumpleaños, empecé a compartir inspiración para novias y el blog empezó a crecer y crecer y crecer.

Una de las cosas que más nos gustan de tu blog es tu forma de conectar con los que te leemos, la cercanía con la que cuentas tu día a día y la importancia que das a los pequeños detalles. ¿Crees que esa cercanía es una de las razones de tu éxito?

¡Sin duda! Vengo de una familia que me enseñó que la felicidad no estaba en tener una casa grande o una vida perfecta, sino en saber disfrutar de las pequeñas cosas y creo que eso me ha ayudado a tener los pies en la tierra. En redes sociales no sigo ninguna estrategia ni aparento ser alguien que no soy.

Una vez alguien me dijo en una sesión de fotos «Eres una bloguera que no parece una bloguera y que conste que es un cumplido». Creo que el día que los «likes» te hacen perder la humildad y la cercanía con la gente que precisamente te ha llevado a donde estás, es solo cuestión de tiempo que ellos mismos tomen la decisión de devolverte merecidamente al punto de donde partiste.

¿Qué otras cosas destacarías para el buen funcionamiento de un blog? ¿Qué ingredientes crees que tiene que tener para que a la gente le guste y se enganche?

Creo que, como decía Steve Jobs, «la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces». Por eso a la gente que esté pensando en comenzar con un blog les recomiendo que busquen un tema que les apasione, sin importar si es la temática que se lleva o que más está creciendo.

Hay gente que solo busca crecer rápido u obtener cosas a través del blog a cualquier precio, pero no se dan cuenta de que detrás de un blog hay mucho trabajo y una inversión muy grande de tiempo. Si escribes sobre algo que realmente no te apasiona es imposible que transmitas esa pasión y muy fácil que lo abandones si los resultados que esperabas no llegan rápidamente. Si escribes porque te encanta sin esperar nada más que disfrutar haciéndolo, los resultados llegan solos.

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que abriste Dorothy’s Red Shoes?

Mi vida ha dado un giro de 180º y el blog me ha traído muchísimas cosas buenas, desde la oportunidad de vivir experiencias maravillosas a conocer a gente fantástica. Además, se ha convertido en un trabajo que no solo me permite ganarme la vida haciendo lo que más me gusta sino que además me da flexibilidad para estar con mi hija y verla crecer.

Raquel junto a su Julia, su hija. © Dorothy's Red Shoes
Raquel junto a Julia, su hija © The Visual Partners

Quien haya visitado tu blog sabe que una de las cosas que te caracteriza es tu buen gusto. ¿Crees que con esto se nace o el gusto se puede refinar con aprendizaje?

Creo que, como todo en la vida, conocer y aprender te ayuda a encontrar tu propio estilo y adaptarlo a tu personalidad y al momento de tu vida en el que estés. ¡Estás hablando con alguien que en su adolescencia era un desastre total, siempre con zapatillas de baloncesto y sudaderas deportivas dos tallas más grandes! Y de cómo me maquillaba, mejor ni hablamos (jajaja).

Y hablando de buen gusto, ahora que vives en París, ¿crees que es cierto eso que dicen de que la mujer francesa es la que más estilo tiene? ¿Ves mucha diferencia entre la mujer española y la francesa a la hora de vestir?

He vivido en Estados Unidos, Italia, Suecia y ahora Francia y sinceramente, creo que la mujer española es una de las más elegantes del mundo. Hay pocos países en los que la moda y el diseño de calidad sean tan accesibles para todos, quizá porque contamos con un cartel de diseñadores que sería la envidia de cualquiera.

A la mujer francesa le gusta mucho el estilo garçon, con ese toque andrógino que, bien utilizado, acaba siendo ultra femenino. El oversize, las gabardinas, los zapatos masculinos… Es la tendencia entre las parisinas en el día a día y a mí personalmente, me encanta.

En tu blog, además de ti, las novias son las auténticas protagonistas. ¿Qué es lo que tiene que tener una boda para que te toque el corazón?

Cuando alguien me pregunta si quiero publicar su boda, hay un detalle imprescindible que debe reflejarse en las fotos, ¡necesito que transmitan sentimientos! No me importa tanto si la novia es gordita o delgada o si el vestido es de alta costura o prêt-à-porter, pero necesito que haya miradas de complicidad entre los novios y que se vea que la gente esté feliz.

¿Qué es lo que más te atrae de las bodas? ¿Por qué decidiste enfocar tu blog hacia este mundo?

Pues, como os comentaba, buscar inspiración para mi propia boda fue lo que me hizo engancharme al mundo nupcial. Me encantan las bodas, creo que es el único día en la vida de una persona en el que le acompaña toda la gente que quiere para compartir un momento feliz. ¿Puede haber algo más especial?

Raquel vestida de novia © Natalia Ibarra
Raquel vestida de novia © Natalia Ibarra

Después de tanto tiempo escribiendo y aconsejando sobre bodas, si echas la vista atrás y piensas en toda la información que has recopilado durante años, ¿cambiarías algo de la tuya?

Pues la verdad, aunque mi boda fue maravillosa y la recuerdo como uno de los mejores días de mi vida, mentiría si dijese que no. Pero, ¿sabes qué? Soy una fan de la saga «Regreso al Futuro» y, como cada vez que alguien va al pasado para «arreglar» las cosas o cambiar algún detalle acaba cambiando todo lo que viene después, prefiero no volver atrás porque todo lo que ha pasado desde ese día me ha llevado a donde estoy hoy ¡y eso no lo cambiaría por nada!

Además de inspirar a las novias a través de tu blog, también impartes talleres para ayudarlas en el gran día. ¿Cómo surgió esta idea?

La idea de «Me Caso y Ahora Qué» surgió ayudando a una amiga que se casaba. Ella estaba muy perdida y quedábamos a comer para ir viendo cosas juntas: un día, las fincas; otro, las flores; otro la decoración… Me dijo que tenía que hacerlo para ayudar a todas las novias porque era genial y pensé ¿por qué no?

Hablé con los mejores profesionales del sector, que han acabado por convertirse en grandes amigos después de estos años. Les encantó la idea y se embarcaron en el proyecto sin dudarlo, ayudando a que todo fuese un éxito en todas las ciudades que hemos visitado. Y el buen feedback que tenemos de todos los que han participado, novias y profesionales, anima a seguir mejorando.

Taller "Me caso... ¿Y ahora qué?" © Dorothy's Red Shoes
Taller «Me Caso y Ahora Qué» en Madrid © Cristina Díaz

Si tuvieras que dar tres consejos a una futura novia, ¿cuáles serían?

¿Sólo tres? Venga, voy… Consejos para los novios (que casarse es cosa de dos aunque, en general, nosotras nos tomemos más en serio eso de los preparativos).

El primero, que sean ellos mismos y su boda hable de su historia. Que no se dejen llevar por lo que se lleva o lo que no, y que no intenten contentar a todo el mundo: es imposible (y ante la duda, la felicidad más importante ese día es la suya).

El segundo, que se ilusionen con los preparativos. Conozco a parejas que viven los meses previos en un agobio constante cuando no hay nada más bonito que planear el viaje juntos o buscar cualquier excusa para ensayar el primer baile en el salón de casa. Todas esas pequeñas cosas les harán recordar por qué se casan y qué es lo que de verdad importa.

El tercero, que disfruten por encima de todo. Siempre hay imprevistos, surgen cosas que no se pueden controlar y a veces no todo sale tal como se esperaba… Pero, ¿quién quiere una boda perfecta cuando puede tener una boda feliz?