Alimentos depresivos

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    Comida rápida

    La comida rápida consume demasiados tipos de grasa, como la trans o grasa saturada. que puede modificar las sustancias químicas en el cerebro dando lugar a síntomas asociados con la depresión y la ansiedad.

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    Comida alta en azúcares

    El consumo a largo plazo de azúcar puede generar una gran cantidad de problemas neurológicos y también empeorar la memoria. Comida como la bollería industrial está llena de azúcares dañinos para nuestra salud mental y física.

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    Conservas y productos precocinados

    Los productos precocinados y enlatados afectan al sistema nervioso central y aumentan el riesgo de padecer trastornos degenerativos del cerebro como la enfermedad de Alzheimer y la depresión.

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    Cereales refinados

    Según un estudio realizado por la Universidad de Londres, El consumo de cereales refinados, así como las harinas refinadas aumentan las probabilidades de sufrir depresión.

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    Edulcorante artificial

    Bien es cierto que los edulcorantes como la sacarina contienen menos calorías y por lo tanto engordan menos pero, también, tienen un efecto depresivo en el sistema nervioso. Además, el aspartamo causa depresión y ataques de ansiedad debido a que entorpece la producción de serotonina y dopamina.

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    Alcohol

    Aunque mucha gente lo consume para olvidar penas y sentir sensación de bienestar en un primer momento, al cabo de las horas el alcohol se convierte en un auténtico depresivo.

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    Refrescos

    Beber más de un litro al día de refrescos fomenta la depresión, sobre todo si son dietéticas o de sabores.

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    Lácteos altos en grasas

    Las grasas saturadas y las grasas trans favorecen la aparición de la depresión por eso es desaconsejable consumir lácteos con alto contenido de grasa como la leche entera.

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    Fritos

    Además de causar problemas con el corazón, el colesterol y la obesidad, los alimentos ricos en grasa saturada como los fritos contribuyen a desarrollar conductas depresivas, por las reacciones químicas que se producen en el cerebro.

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    Chocolate

    Su abuso no es recomendable ya que en un primer momento aumenta los niveles de serotonina y consecuentemente la sensación de bienestar pero tras la euforia, la persona se ve nuevamente inmersa en tristeza.

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    Proteínas procesadas

    Salchichas, salami, embutidos... A pesar de que las proteínas son necesarias para nuestra alimentación, las que han sido procesadas pueden ser muy dañinas para nuestro cuerpo y mente.

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    Sal

    La capacidad para pensar es de las más afectadas cuando consumes alimentos con altas cantidades de sal o sodio por lo que la depresión aparece con más facilidad entre los más consumidores de sal.