Como cada jueves, tenemos una cita con los amantes del vino :)
Hoy queremos hablar sobre el vino rosado, ese gran desconocido. La mayoría de veces optamos por tinto o blanco, sin caer en la cuenta de una tercera modalidad igualmente deliciosa.
El vino rosado comparte prácticamente los mismos métodos de elaboración que el vino blanco (por eso se asemeja más a este que al tinto). Para empezar, es también sometido al proceso de separación de mostos. La diferencia se encuentra en que sólo se utilizan mostos yemas y mostos primeras, que fluyen a través de sustancias sólidas arrastrando en su camino parte de las materias colorantes del hollejo y conseguir así un mosto de aspecto ligeramente coloreado.
Es algo más suave que el tinto y presenta un amplio abanico de aromas, pero el frutal predomina sobre los demás. Se toma fresco, pero no frío y (quizás por su color) a las mujeres nos llama especialmente la atención… ;)
Marida muy buen con pescados y aves a la parrilla, con platos asiáticos no picantes (como el sushi) y con la cocina provenzal.
Aunque no siempre es fácil dar con un rosado rico.
¡Os echamos una mano con eso!
Os traemos un rosado francés espectacular: Mouton Cadet
Uno de los mayores éxitos del Barón Philippe de Rothschild fue sin duda la creación de Mouton Cadet en 1930, tratando de mantener el más alto estándar de calidad y prestigio de Château Mouton Rotschild. Es bajo el nombre de Mouton Cadet (el Barón Philippe era el cadete de la familia) que decide comercializar en 1932 el segundo gran vino Mouton. En muy poco tiempo consiguió un gran éxito convirtiéndose en el vino preferido de la clientela parisina más selecta y de los mejores restaurantes de la capital francesa.
Hoy en día Mouton Cadet se ha convertido en una referencia mundial de los vinos de Burdeos AOC y un embajador de los vinos de la familia Rothschild.
Esperamos que os aficionéis al vino rosado y que os haya gustado conocer la historia de una de las familias de vinos más importantes de Burdeos.
Feliz Juernes winelovers!
