Buenas tardes winelovers :)
Hoy vamos a hablar de las cubas, barricas o toneles. El penúltimo contenedor del vino hasta llegar a su envase final, la botella.
Los barriles siempre están elaborados de madera y como sabréis, es muy importante el tipo del que esté hecha la barrica ya que contribuirá en su sabor y aroma, porque su función principal es oxigenar la bebida lentamente hasta su óptimo punto para el embotellamiento.
Aunque todos hemos visto fotos de barricas almacenadas en bodegas o hemos asistido a alguna visita a bodegas, no es el contenedor habitual para un consumidor de vino. Al final lo que llega siempre a nuestra mesa es la botella y no la barrica… y ¡anda que no es importante la barrica!
Existen de diversos tamaños y tipos: las barricas Bordelesas, las botas, los barriles ovales y los tinos o cubas. La capacidad en litros puede variar desde los 190 litros de una barrica Bordelesa, ¡hasta los 50.000 litros de una cuba! Aunque el barril más utilizado para elaborar vino es el de 225 litros. ¡Ahí es ná!
Como curiosidad os diremos que de una barrica estándar (de 225 litros) podemos obtener unas 300 botellas de 0,75l. Por lo tanto, si nos paramos a pensar en la cantidad de barricas que vemos en las imágenes de las bodegas, a 300 botellas cada una…. ¡madre mía!
Las barricas le dan al vino sabores y aromas más complejos. Como toques ahumados, a madera, tostados, cuero, tabaco… Por lo tanto son una parte fundamental del proceso. Llega hasta tal punto, que en ocasiones hay jugos que pasan por más de una barrica durante su proceso de crianza, para dar como resultado un caldo más sabroso.
Es el caso, por ejemplo del vino Viña Lanciano Reserva 2007, disponible esta semana en vente-privee. Un jugo que estuvo 8 meses de crianza en barrica de roble ruso procedente del Cáucaso y después estuvo 12 meses en barrica de roble francés Troncaise. Viña Lanciano Reserva 2007, por su tipo de uva, (90% Tempranillo, 10% Mazuelo), por su elaboración y por su crianza durante tantos meses en dos tipos de barrica, ofrece unas notas florales como la violeta y toques de regaliz. Con aromas intensos a fruta negra madura, higos maduros y notas balsámicas, canela, clavo, pimienta roja y especias (que proceden de la crianza en barrica), así como matices minerales de fondo.
Un vino, Viña Lanciano Reserva 2007, de boca amplia y carnosa de gran persistencia con taninos dulces y elegantes que lo hacen muy armonioso y que marida con guisos, platos
especiados, carpaccios de carnes, ahumados y quesos curados.
Animaos y probadlo, buscad cada una de las notas que describimos en el post y contádnoslo.
Disponible en vente-privee a un precio de impresión
¡Qué paséis buena semana!
