Kate Middleton ha cumplido 40 años convertida en todo un icono de estilo y lo ha celebrado regalando al mundo un inédito posado ante el objetivo del italiano Paolo Roversi. Unos retratos en color y sepia que se tomaron en Kew Gardens en el mes de noviembre y que hacen un guiño a las imágenes del siglo pasado. Una intencionada casualidad que muchos han comparado con las fotos de Cecil Beaton, el que fuera uno de los grandes fotógrafos de la corte y de las estrellas de mediados del siglo XX. Él inmortalizó a la reina madre, a la princesa Margarita o a la mismísima reina Isabel II, todas ellas vestidas de blanco vaporoso y con rictus sereno, tal y como aparece ahora la duquesa de Cambridge en una de las fotos principales.
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Tampoco se ha dejado al azar la elección de los vestidos, firmados todos ellos por Alexander McQueen, su sello de confianza en ocasiones especiales. Las joyas adquieren relevancia por su valor sentimental y son capaces de hablar por sí mismas, ya que pertenecen a Diana de Gales y a la reina Isabel, toda una declaración de intenciones. Unas imágenes que pasarán a formar parte de la National Portrait Gallery de Londres y con las que la esposa del príncipe Guillermo refuerza su papel de futura y perfecta consorte de Inglaterra. A continuación, repasamos la vida y el estilo de Kate Middleton.
La juventud de Kate Middleton
Kate Middleton nació en Reading, Berkshire, el 9 de enero de 1982 en el seno de una familia de clase media-alta con relaciones cercanas al trono británico por parte de la rama paterna. Es la mayor de sus dos hermanos, Pippa y James, y crecieron juntos en Chapel Row, una villa cercana a Newbury. Siempre mostró cierta vena artística, con predilección por la fotografía, por lo que acabó matriculándose en Historia del Arte en la Universidad de St. Andrews. Lo que quizás nunca pudo imaginar es que en ese campus escocés conocería al amor de su vida y que éste sería el segundo heredero en la línea sucesoria al trono de Inglaterra.
Corría el año 2001 y ambos compartían residencia en St. Salvator´s Hall con otros alumnos, lo que les dio la oportunidad de conocerse a fondo y convivir antes de su compromiso. “Creo que me ruboricé cuando te conocí”, reconoció la Duquesa a su marido en una entrevista concedida a la BBC. Como toda pareja, han tenido sus altos y bajos, con ruptura de un año incluida que les sirvió para aclarar sus sentimientos y anunciar, finalmente, su compromiso. Fue el 16 de noviembre de 2010 y se materializó en un anillo que perteneció ala princesa Diana, elaborado con un zafiro central y rodeado de diamantes montados en oro blanco.
Un feliz matrimonio
El 29 de abril de 2011, Kate Middleton salió de la abadía de Westminster convertida en duquesa de Cambridge. El mundo puso sus ojos sobre aquel ya icónico vestido de novia de Alexander McQueen creado por Sarah Burton, su directora creativa. Un romántico diseño con falda de línea A con volumen, una impresionante cola de 3 metros de largo y un corpiño en el que se utilizó la técnica de Carrickmacross, original de Irlanda en la década de 1820. Este encaje se creó a mano por la ‘Royal School of Needlework’ con flores representativas del Reino Unido y llegó a adquirir tal repercusión que ahora es conocido como el ‘encaje de Kate’. Coronó su impecable look nupcial con la conocida tiara Cartier Scroll, una joya adquirida en 1936 por el rey Jorge VI, padre de la reina Isabel. Una vez más, el estilo de Kate Middleton colmó las portadas internacionales.
Dos años más tarde llegó el primer bebé, el futuro heredero de la corona británica. El pequeño príncipe George nació en 22 de julio de 2013, seguido de Charlotte, el 22 de mayo de 2015, y Louis, el benjamín de la familia, al que dieron la bienvenida el 23 de abril de 2018. Junto al príncipe Guillermo han logrado tener un hogar unido y feliz en el que se turnan para estar junto a los niños en los trayectos escolares, en la hora del té, en los baños o al acostarse.
La familia es un pilar importante para ella. De hecho, ha sido una pieza clave en el acercamiento entre su marido y el príncipe Harry tras renunciar éste junto a Meghan Markle a sus deberes con la Corona. Ocurrió en el funeral del duque de Edimburgo, esperando paciente a que Harry saliera del funeral a encontrarse con su hermano, propiciando así el encuentro entre ambos y dando lugar a una imagen que dio la vuelta al mundo.
Su trabajo en la realeza
Kate lleva ya una década de servicio real a sus espaldas. Diez años de duro trabajo con el que se ha ganado el corazón de los ingleses, siendo a día de hoy una de las figuras más queridas y relevantes de la realeza europea. Dicen que cuando se convirtió en duquesa de Cambridge se esforzó por conocer de primera mano a los ayudantes de palacio y a las damas de honor de la Reina para entender mejor el camino que tenía por delante. Un gesto que determinó su interesante voluntad de aprender y en el que muchos vieron a una inmejorable compañera de vida y trabajo para el príncipe Guillermo.
La relevancia mediática que le da el título de Duquesa lo ha utilizado como una plataforma para promover y apoyar diferentes causas sociales, como ya lo hizo en su día Diana de Gales. Sus labores filantrópicas están íntimamente relacionadas con los niños y con la salud mental, aunque también muestra interés en el arte, la fotografía o el diseño. Pero si hay un punto en el que ha mostrado una sutil pero genuina evolución ha sido en dar visibilidad a la Corona, cumpliendo con su agenda real y asistiendo a numerosos actos públicos con la frescura y elegancia que le caracterizan. Sin ir más lejos, en 2021 llevó a cabo 84 de manera presencial, una cifra que ya supera a la de la reina Isabel II. Aunque por protocolo se ha de mantener en un discreto segundo plano, siempre logra captar la atención internacional en cada una de sus apariciones.
Un icono de estilo
Sobria y elegante en sus looks diarios, imponente y sofisticada en alfombras rojas y cenas de gala. Kate Middleton se ha convertido en un referente de estilo para mujeres de todo el mundo que observan cada detalle de los looks que lleva en sus actos oficiales. Alejándose de la parte más frívola de la moda, la Duquesa es una fiel defensora y embajadora de firmas británicas como Alexander McQueen, Jenny Packham o Emilia Wickstead.
