Instagram no es real

Fotos perfectas. Encuadres buscados. La luz en el momento justo, el niño que está donde le has dicho que se ponga. La foto. Cientos de likes. Instagram tiene muchas cosas buenas. Da ideas. Es intuitiva e inspiradora y yo la utilizo mucho para descubrir lugares nuevos y recetas. Pero es importante no olvidar que detrás de esas fotos hay personas reales con vidas normales.

Como tú y como yo. Con prisas, agobios, días malos y discusiones de pareja. Con atascos, problemas, enfados con los niños, excel de gastos familiares y sensación de «no llego» constante y diaria.

Las fotos son fotos. Momentos puntuales. Felices. En lugares bonitos, de viaje. Nadie es feliz todos los días. Y nadie se libra de correr y agobiarse.

Estoy un poco cansada de tanta perfección. Porque la vida real no lo es. La vida real tiene noches de hospital, familiares enfermos y días tristes. Y a veces las redes sociales sirven para evadirse pero otras veces no y al contrario crean necesidades absurdas de felicidad ficticia.

 

Señoras y señores. La vida real es la tuya. Instagram es un escaparate de una tienda. Que se adorna para que parezca bonito. Pero la vida es esto: dolor, risas, discusiones, alegrías. Días y buenos y días malos. Mañanas en la que los niños te la lían y les gritas y te sientes mal. Y tardes de besos y alegrías en los que te sientes la mujer más afortunada del mundo por ser madre.

La vida real es esa. La tuya. No lo olvides. Feliz día!

3 comentarios en «Instagram no es real»

  1. Parece que me has escuchado, esta mañana mi hijo me la ha liado y he pensado «jo, porque no tengo un hijo un poquito más obediente y sin tanto carácter como otros que veo». Pero es cierto lo que ves no siempre es la realidad. Su carácter es lo que lo hace tan especial.
    No debemos cambiar el hijo que tenemos, tenemos que intentar educarlo para que sea la mejor persona que pueda ser. Complicado porque hay días que tu no estás con las ganas y fuerzas que deberías y te irrita tanto que acabas gritando más de lo que deberías.
    Este año me he propuesto gritar menos y tratar que todo vaya más despacio, porque al final el estrés y las prisas hacen que no disfrutemos. y quiero disfrutar de mis hijos, lo necesito.
    Feliz día!!

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    • Claro que si, Sara, no te sientas culpable porque no hay madre que no grite. Es logico. La vida que llevamos es exigente y a veces la paciencia no es infinita. Intentar mejorar es un gran paso. Yo también me he propuesto gritar menos y cuando lo consigo me siento super orgullosa. Hay situaciones que tengo que respirar hondo y hay días que mi marido entra por casa por la noche y yo salgo por la puerta disparada para dar un paseo y airearme ja,ja… soy la loca que pasea sola a las 9 de la noche pero así evito pagarlo con los nños. Un beso fuerte!

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