Justine escribe con los ojos

Se llama Justine tiene 18 años y distrofia muscular. Me saluda con los ojos porque no puede  mover su cuerpo. Con la mirada va seleccionando teclas y de pronto en el ordenador aparece el  mensaje: hola!! buenos días. Su madre la abandonó cuando era pequeña y desde entonces su padre, que tiene otros 3 hijos y sólo trabaja media jornada, cuida de ella con una delicadeza infinita.

Conocerles me taladra el alma. Me quedo muda unos segundos, asumiendo, observando. Esa casa humilde, esa cocina medio vacía… tanta pobreza real y evidente. Y en medio de todo, ese amor incondicional de padre a hija: «Con dos años me dijeron que sólo viviría 5  y mírala, preciosa y estupenda con 18». Me siento pequeña y egoísta. Muy egoísta por darle importancia a mis problemas ridículos y mis dramitas diarios. Los problemas de verdad están en esa casa. La vida golpea y no pregunta. Aquí no puedes elegir.

Jaime, el padre, inspira ternura. A pesar de que la vida con él no ha sido justa, está feliz, porque su hija ahora tiene un tobii. Me explica que con su sueldo era impensable asumir los 2.800 euros que costaba pero que la fundación Projimo Próximo les ayudó y gracias a ellos Justine es un poco más independiente. Con el Tobii, Justine escribe whatsapp y puede leer ella sola, ver películas y utilizar internet como ventana al mundo desde una cama.

Justine escucha y sonríe siempre cuando la miras. Asiente. Me explica que ha sido un cambio total, que el Tobii es muy rápido, casi más que escribir con las manos.

La fundación Prójimo Próximo  ha obrado este milagro. Primero con el tobii y después con la silla de ruedas que le permite a Justine ir al colegio y salir a la calle. «Si la gente con vidas normales supiera lo que significa para mi esta ayuda, creo que compartiría más», resume Jaime.

Sin duda. Si el mundo conociera un poco más estas historias. Si todos saliéramos de nuestras burbujas de comodidades y problemas insulsos y escucháramos a gente como Jaime.

Que no se nos olvide nunca: que lo importante sea lo importante.

Maravilloso trabajo el de la fundación «Prójimo Próximo». Y qué suerte la mía de tener una jefa que apuesta por trabajados solidarios como este.

0 comentarios en «Justine escribe con los ojos»

  1. Qué alegría leer este artículo. Justine fue a mi cole, yo fui profe de uno de sus hermanos pequeños, pero tuvieron que irse y no volví a saber de ellos. Muchas gracias por compartir esa historia.

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    • Hola Begoña. Que maravilla conocerla. Me alegra que hayas sabido de ella por mi. Está muy bien y sigue estudiante, quiere empezar psicología. Toda una campeona. Un beso

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