Hoy Marilyn hubiera cumplido 92 años. Ni uno más, ni uno menos.
Y yo me pregunto cómo hubiera sido con esa edad.
Si se habría recauchutado a base de botox, ácido hialurónico y silicona como muchas otras.
Si a estas alturas se habría retirado para vivir en un paraíso natural y escribir sus memorias o seguiría viviendo del espectáculo.
Quizá se habría vuelto a casar dos o tres veces más. O no.
Quién sabe.
Lo que está claro es que seguiría siendo ella y que todas querrían ser ella.
Que, como decía Truman Capote, siempre llegaba tarde y sin dinero.
Y olería a Chanel nº 5, sobre todo, por las noches.