Hemos probado: Caudalíe

Me habían hablado tanto de él que ya tenía ganas de probarlo. Y es que, este sérum lácteo resalta el resplandor del cutis, corrige las manchas y previene su aparición por lo que el rostro se vuelve uniforme y luminoso. Maravilloso ¿verdad?

Su textura es ligera y fluida y se aplica con un dosificador de estilo gotero. Sin duda un mecanismo sencillo y cómodo con el que se pueden controlar mejor las cantidades.

Al tener un dosificador yo elijo la cantidad que quiero ponerme: tres gotitas por aquí, tres gotitas por allá... ¡Pura comodidad! En otras ocasiones, y como recomiendan, también suelo echarme unas gotas en la mano para luego frotarlas y después aplicarlo en rostro y cuello.

Después lo aplico con las yemas de los dedos suavemente desde el interior del pómulo hasta el lateral del rostro. En frente y mejillas extiendo el sérum de un extremo a otro con cuidado para que penetre bien en mi piel. Al tener una textura acuosa la aplicación es muy fácil aportando mucha hidratación sin dejar la piel grasa. ¡Me encanta!