Trucos para desayunar bien

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    Consumes poca fibra

    El azúcar que encuentras en muchos cereales se digiere muy rápido y por ello siempre tienes hambre. La fibra va a ayudar a que ese problema desaparezca. Busca cereales que tengan, al menos, cinco gramos de fibra. Para multiplicar esa cantidad puedes recurrir a la chía o a las semillas de linaza.

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    Fries los huevos en la sartén

    Si te gustan los desayunos americanos toma nota de este truco. En vez de freírlos en una sartén tradicional, colócalos revueltos en una taza y mételos un minuto en el microondas. Conseguirás un desayuno más sano y además de estar buenísimos ensuciarás muchísimo menos.

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    Tienes pavor a las grasas

    Llevas toda la vida huyendo de ellas pero lo que probablemente no sepas es que pueden ayudarte a adelgazar. Si las ingieres en el desayuno tu cuerpo se sentirá saciado durante más tiempo. Eso sí, en su justa medida e intentando que sean "buenas" como las que se encuentras en el salmón o el aguacate.

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    Te quedas corta con el desayuno

    Es importante conciencias de que el desayuno no puede ser un ligero tentempié. Es la comida más importante del día, en la que, según la nutricionista Keri Gans, debemos introducir entre 300 y 400 Kcal repartidos entre hidratos, proteínas y grasas. Una opción puede ser una pieza de fruta, una tortilla con verdura y unos pocos frutos secos al natural.

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    Untar las tostadas con mermelada

    con este simple gesto consigues que tu desayuno tenga una carga casi exclusiva de hidratos. Prueba a sustituirlo por la crema de cacahuetes o el queso para añadir proteínas, un nutriente clave para controlar el hambre durante el día.

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    Desayunar tarde

    Ten en cuenta que cuando despiertas tu organismo lleva horas sin tener ningún tipo de nutrientes. Cuanto más tiempo tardes en comer, más hambrienta estarás durante el resto del día. Opta por desayunar nada más levantarte.

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    Poner demasiados hielos en tu "smoothie"

    Para intentar restarle calorías a veces nos pasamos con el hielo. Prueba a introducir la fruta congelada y a añadir solo 1ó 2 piedras de hielo. La fruta debe ser un pilar básico de tu alimentación.

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    Tomar zumos envasados

    No hay nada más engañoso que un zumo no natural. Aunque cueste creerlo, en un solo vaso hay 22 gramos de azúcar. Para que te hagas una idea, en una dieta de 2000 Kcal, la cantidad a ingerir recomendable son 30 gr. Pásate al zumo natural o incluso mejor, a las infusiones.

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    Abres los cereales por la parte superior de la bolsa

    aunque te parezca una tontería si le das la vuelta conseguirás que los cereales rotos se distribuyan por toda la caja. Así evitarás comer solo migajas cuando ya te hayas comido la mitad.

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    Comer yogurt de sabores

    Esta variante tiene más azúcar que proteínas por lo que no se corresponde con una dieta saludable. El yoghurt griego tiene mayor cantidad de proteínas. Si no soportas el sabor siempre puedes "decorarlo" con estos 3 ingredientes: fruta (te aportará fibra), grasas saludables (almendras o granola) y alguna especia como la canela.

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    Tomar cereales en bol

    En ellos cabe más de una ración de cereales por lo que es muy fácil pasarnos con la cantidad que consumimos. Prueba a sustituirlas por tazas de té. Si te llenas tan solo con leche y cereales te están faltando muchos nutrientes.

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    No desayunar

    Este es,sin duda, el mayor de los errores que puedes cometer. Aunque no te levantes con hambre, intenta comer algo, aunque solo sea una pieza de fruta. Poco a poco irás acostumbrándote y tu cuerpo te pedirá incluso más comida. Con esto vas a evitar sentir ansiedad durante el día.