Puede que ya los conozcas, aunque puede que todavía no hayas estado. Para un fin de semana diferente, escoge un restaurante especial en Madrid.
Porque el sábado es San Valentín o porque el sábado es simplemente sábado, la ocasión merece un buen homenaje.
Y sin faltar a la filosofía de este blog, únicamente os recomiendo restaurantes donde he estado y he disfrutado, a la vez, de la experiencia.
Empiezo por el restaurante Le Cocó porque mientras escribo este post son las 6 de la tarde y no puedo pensar en otra cosa que no sea merendar su tarta de la abuela, de galleta maría y chocolate, para perder la cabeza.
Una locura también el gigante recipiente de mantequilla salada francesa para que la nada larga espera de la comanda se haga más amena. Y cuando llegan los platos el pan ya ha volado.
En cuanto al sitio, vale más verlo en directo porque las fotos no le hacen justicia. El ambiente, el servicio de calidad con una sonrisa perenne y una carta sencilla de lo más apetecible. Si vas en coche quizás te cueste un poco aparcar pero, aun así, desearás volver.
Seguimos de ruta y llegamos a Platea Madrid. Este espacio de ocio gastronómico de más de 6.000 metros cuadrados ofrece una variedad infinita de posibilidades, encuentros y espectáculos, aunque su restaurante es solo apto para bolsillos amplios. Y es que un total de 6 estrellas Michelín y 12 soles Repsol avalan sus precios.
Platea es indescriptible, tienes que verlo con tus propios ojos para comprenderlo. Así, en la última visita familiar, aprovechamos para deleitar la vista y el paladar. Y con un plato tan básico y tan bien hecho como los macarrones boloñesa, me puse las botas. Mi foto es terrible, pero es la que hay.
El sitio en sí es un espectáculo, al igual que el servicio. Porque si el servicio es malo, lento o me perdona la vida, el restaurante queda descartado de inmediato.
Y he dejado en último lugar Bosco de Lobos, el singular restaurante del Colegio de Arquitectos de Madrid. Es especial, y allí transcurrieron momentos especiales.
Para tomar una cerveza, picar algo en su barra de forma desenfada o para una cena romántica en su librería, el espacio ni la carta fallan.
Porque no es fácil encontrar en pleno centro de Madrid un espacio de comida italiana con terraza (que ya llegará el verano) apto como bar, centro de reunión, brunch y restaurante. ¿Alguien da más?
¿A qué esperas para hacer tus reservas y dejar bien planeado tu fin de semana?
Un fuerte abrazo, Ana.
He estado un par de veces en el Colegio de Arquitectos, pero no sabía que ahí había un restaurante. ¡Lo probaré! Tiene muy buena pinta.
Pues la próxima vez que vayas a Le coco, prueba el coulant de chocolate; yo si cierro los ojos aún lo saboreo… Mmmmmm!!
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