Descubre en este nuevo post detalles y complementos elegantes y sensuales para una boda íntima de la mano de Narciso Rodriguez.
Siempre me han encantado los perfumes de Narciso Rodriguez, quizás por el misterioso olor a almizcle egipcio que es el origen de todos sus perfumes.
Por eso, cuando Narciso Rodriguez me pidió que interpretara for her eau de toilette no me supuso ningún esfuerzo meterme en el papel.
Me imaginé una boda íntima y elegante, con una novia delicada. Una de esas mujeres femeninas y seguras de sí mismas que han cuidado los detalles de una forma nada evidente, casi espontánea.
La modelo Goreti Valiña Vázquez me pareció perfecta para el papel porque ella misma es una simbiosis perfecta de sensualidad latina y elegancia neoyorquina que tan bien identifican al diseñador.
Jugando con el icónico frasco de Narciso Rodriguez que emula un tintero, utilicé el negro como hilo conductor no solo de color sino también de estilo, y rodeé a esta novia sensual de complementos sin los cuales ya no sería ella misma.
Como es el caso de los elegantes stilettos destalonados de Doriani elaborados con un suave ante que conseguían crear un look sofisticado.
Me decanté por un sencillo vestido dos piezas de Ernesto Terrón confeccionado con tejidos sostenibles compuesto por una falda de crepé y un bolero con espalda a capa de tul bordado de algodón natural con certificado de Comercio Justo.
María Salazar diseñó un ramo sencillo con alhelí blanco, largo muy estilizado, atado en terciopelo negro, con un toque romántico e invernal tan apetecible esta época del año.
Buscaba un maquillaje natural, natural de verdad, fresco, joven y suave, por decirlo de alguna forma. No podían ser otras sino las manos de Álvaro Talayero quien realizó también un semirecogido para ese punto sexy que siempre tienen las novias que llevan el pelo suelto.
El tocado de aire clásico de Mimoki conjugaba a la perfección con el ear cuff de la Joyería Súarez que parecía continuar la línea plateada marcada por el tocado. Una preciosa flor fugaz.
Los colores y el simbolismo de los frailecillos, un pájaro procedente del norte del Atlántico que le es fiel a su pareja toda su vida, me pareció para esta ocasión una opción perfecta de entre las miles de invitArte Invitaciones.
Los mil y un rincones de Finca Aldeallana y la luz tenue del invierno nos dieron el escenario perfecto para teatralizar esta bonita boda íntima imaginaria que no hubiera sido posible tampoco sin los estilismos de Cartu Calderón de Aguinaga al mando de Flamintgo ni las sensibles fotografías de Ana Abril.
Al contraste, la novia elegante y delicada que he imaginado, se perfuma y se prepara para el momento más importante de su vida. Instantes efímeros que llaman mi atención por su belleza y estilo, ese es el perfume de la vida.
Con cariño, Ana.
