Las fotografías de Elena Bau

A Elena Bau siempre le encantó la fotografía y todo lo relacionado con el arte. Descubre conmigo algunas de sus fotos más bonitas.

Si en la pintura la realidad se mantiene, la fotografía va más allá. «En determinados momentos no controlas el medio, pero tienes que adaptarte a él si lo que quieres transmitir es justo lo que estás viviendo en ese preciso instante» explica Elena Bau.

Y es que, la fotografía no es únicamente un trabajo, es una forma de vivir y ver el transcurrir de los momentos. Algo que te sale de dentro, una necesidad. Ver la foto antes de capturarla para siempre, de eso se trata.

«Ser experta en fotografía nupcial, o en cualquier otro ámbito, consiste en saber contar con cierta estética y sensibilidad lo que ves a través de la cámara.  Por eso las fotografías transmiten siempre, o eso dicen, el sentimiento de las persona que las hace.»

Hace ya tres años del momento en el que Elena Bau decidió convertir su hobbie en su trabajo y dedicarse a pleno pulmón a lo que verdaderamente le apasionaba: la fotografía.

Y desde entonces no ha parado. Ya no puede siquiera hablar en primera persona, pues a su lado trabaja un equipo insuperable de profesionales que comparten su visión, detalle y gusto por la fotografía. «Cada día intentamos superarnos, y trabajamos juntos en ello».

En el estudio de Elena Bau tienen algo claro. Parte de su filosofía es la confianza, esa que entablan con las personas que retratan para ir mucho más allá de ir a un lugar, disparar con la cámara y volver a casa.

Por eso, a todos los novios les regalan una sesión de fotos preboda con el que será su fotógrafo el día B. Una excusa perfecta para conoceros y, pues eso, para coger esa confianza que hace que una foto resulte tensa o natural. Y ese es uno de los puntos fuertes del estudio. «Qué importante era conocernos…» Reconocen los novios siempre que recogen su álbum.

Elena Bau engancha. Tiene ese tipo de personalidad cercana y transparente que, antes de terminarte un café con ella, ya hace que pienses en el siguiente. Quizás por eso todos los novios que pasan por su estudio quieren que sea ella la que haga las fotos de su boda. «Yo procuro transmitirles que, al final, Elena Bau es solo un nombre, el mío. Y el estudio no sería lo que es si no fuera por todos mis compañeros, en los que confío plenamente y los que responden con creces a la confianza que le doy.»

Una vez realizada la boda, llega la edición. Una parte poco agradecida pero muy importante. Esto requiere dedicarle horas y horas en hacer primero una buena selección y después, en definir el estilo que se quiere tengan las fotos.

En el estudio de Elena Bau no son partidarios de hacer retoques en la piel, ni de retocar el color excesivamente porque fotografían personas en movimiento y procuran reflejar la realidad de una forma natural y espontánea. “La foto tiene que estar bien hecha en la cámara”. Y es así, una foto tiene que hacerse bien en el momento de tomarla, no esperar al photoshop.

Con la edición lo que se pretende es otra cosa. Se trata a veces de conseguir un tono más o menos fuerte, frío, contrastado, etc. para que llegue a un punto técnicamente perfecto. Así tratan las fotos una a una, cuidando al máximo la estética, la luz y los colores.

No importa si la boda es en invierno o en verano. La verdad es que la estación del año y la metereología no son los elementos más condicionantes para que las fotos, y la boda en sí, sean bonitas. «Lo más importante es la actitud de los novios».

«Las bodas son recordadas por el cariño y la alegría de los novios, por lo divertidas que fueron. Que haya más o menos sol, llueva o truene es 100% secundario.»

Anímate y descubre más fotografías en la web de Elena Bau y en su recién estrenado blog.

Un besote, con cariño, Ana.

Una sesión de fotos nupcial con Elena Bau:
Un vestido de novia lleno de encajes