Descubre en este primer post sobre nuestra boda, el diseño y los profesionales que escogimos para trabajar con nuestras invitaciones de boda.
Después de que Gonzalo me pidiera que me casara con él y después de que acordáramos casarnos el 15 de octubre, empezó todo el follón.
Como decidimos casarnos tres meses después, no podíamos demorarnos mucho en enviar las invitaciones de boda así que, aún sin espacio ni horario, comenzamos con el diseño de las invitaciones para ir ganando tiempo y esperar solo a rellenar datos.
Ya lo sabéis, no dudé un momento en que César de InvitArte Invitaciones tenía que encargase de toda la papelería de mi boda. Y tenía que ser por un millón de motivos.
Por la calidad del papel, por el trato cariñoso y cercano que le dan a todos los novios que ponen un pie en su puerta, porque sus diseños son una locura de bonitos, porque nos conoce a Gon y a mí y porque yo le quiero infinito.
Allí en su tienda de InvitArte los tres comenzamos a ver opciones y barajar diseños. Aunque ellos hacen invitaciones clásicas, nos apetecía un diseño mucho más «nosotros» y menos protocolario. A Gon que es arquitecto y le encanta dibujar, le pedía el cuerpo encargarse del diseño y dibujo del forro.
Así que fue una invitación 100% personal y muy muy especial, que era lo más importante para nosotros. Y precisamente esa era la idea que queríamos trasladarle a nuestros invitados desde el principio.
Barajamos todo tipo de temáticas botánicas, pero las palmeras acabaron siendo las ganadoras aunque aún no os puedo contar el motivo. ¡Lo descubriréis más adelante en el post del aperitivo y en el de la cena!
Gracias a una buenísima recomendación de un amigo, quedé una mañana con Borja Regueira en El Velázquez 17, que acabó convirtiéndose en nuestro punto de encuentro al estar justo al lado de la oficina de Gon. En cuanto me enseñó su trabajo y los diferentes tipos de caligrafía entre los que podíamos escoger, no lo dudamos un momento.
Borja caligrafió a las mil maravillas más de 200 sobres craft con tinta verde inglesa. Y lo hizo a las mil maravillas a pesar de que íbamos contra reloj, que nos faltaban direcciones, apellidos… ¡Borja es además encantador y no pudimos alegrarnos más de haberle escogido!
Por respeto a nuestros invitados no fotografiamos las direcciones, pero bastan un par de fotos para hacerse una idea de lo mucho que cambia el aspecto de un sobre caligrafiado.
Mañana os contaré todos los detalles de la pedida, ¡qué ganas!
Un besote enorme, Ana.
Todas las fotos son de Click10 Fotografía.
Wooooow!!! Qué ilusión empezar a ver todos los detalles!!!!! ?????