Tristan Domecq Interiorismo

Hoy en el blog os traigo un post diferente en el que os presento a Tristan Domecq, un interiorista y decorador gallego que consigue crear espacios espectaculares. Quedaros para saber más.

Tristan Domecq es uno de mis decoradores preferidos. Ahora descubriréis por qué me encanta su estilo a través de su último trabajo.

Hace tiempo que no publico un post sobre decoración –aunque ya sabéis que me apasiona–,  pero no podía perder la ocasión de compartir con vosotros uno de los últimos trabajos de Tristán Domecq: un interiorista y decorador que consigue mezclar estilos y tendencias manteniendo la armonía de cada estancia, aportándoles frescura y calidez y aprovechando al máximo el espacio y la luz natural.

Y no solo eso; también consigue algo que para mí es fundamental: mantiene los elementos originales de las casas, respetando su esencia.

En este precioso piso de 100 m² de Malasaña, que Tristán y su equipo han reformado y decorado en solo dos meses y medio, se aprecian su talento y la calidad de sus trabajos. En este, en concreto, consigue una mezcla estupenda de un estilo rústico –con algún detalle exótico– y un estilo clásico-contemporáneo.

Además, yo estoy de acuerdo con su visión de la decoración: se puede decorar una casa por un precio asequible, simplemente combinando piezas low-cost con alguna de diseño que la “vista”, y conseguir así una casa estilosa, fresca, práctica y acogedora. Y, ante todo, con vida. Así como muebles diseñados y complementos diseñados por su propio estudio.

Utiliza piezas de Zara Home, Ikea, Mestizo, tejidos de Mandalay… y un montón de piezas únicas que compra en mercadillos españoles y extranjeros. Él nunca vuelve de sus viajes con las manos vacías…

Utiliza siempre materiales naturales, como la madera, la piedra o el hierro, que combina con distintas texturas y piezas, logrando un estilo muy atemporal.

Creo que la clave de su éxito está en la armonía, en el equilibrio estético, en esa mezcla perfecta de texturas, formas, colores y proporciones.

Un beso, Ana.

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