Lipedema: qué es, síntomas y tratamiento

Proteger el estado de salud del que disfrutamos es un reto sumamente complicado de superar, fruto de las muchas afecciones de las que podemos llegar a ser víctimas a lo largo de nuestra vida. Por suerte, la industria sanitaria ha evolucionado de manera significativa durante los últimos años y hoy en día encontramos una amplia variedad de tratamientos para todo tipo de problemáticas. En este punto, nos gustaría conceder especial interés al lipedema: una enfermedad que afecta a un gran número de personas y que por fin tiene una manera de ser combatida. Veamos en qué consiste, sus síntomas y los principales medios para enfrentarla.

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¿Qué es el lipedema?

Antes de hablar de la operación de lipedema es importante determinar en qué consiste esta afección. Se trata de una enfermedad del tejido adiposo que deriva en la acumulación de células grasas en las extremidades, con mayor presencia en las piernas.

El lipedema se produce a raíz del aumento de peso o por trastornos hormonales tales como el hipotiroidismo y los ovarios poliquísticos. No hay una edad fija para padecer esta enfermedad, ya que se puede contraer durante la pubertad, el embarazo o en la propia menopausia.

Síntomas del lipedema

Convivir con una enfermedad de estas características no es fácil y, para entender su gravedad, conviene poner sobre la mesa algunos de los principales síntomas del lipedema. Esto también incentiva su pronto diagnóstico, evitando confusiones habituales como sucede con el sobrepeso o el linfedema.

Así pues, encontramos el aumento de volumen de las extremidades superiores o inferiores y la desproporción con el resto del cuerpo. También destaca el dolor y la pesadez crónica, los brotes inflamatorios, el picor en las piernas, la sensibilidad o la aparición de la conocida como copa de Cuff. Diferentes evidencias que alertan del lipedema y de la importancia de actuar con rapidez.

Cómo eliminar el lipedema

Hoy en día son muchas las personas que padecen la enfermedad lipedema y, hasta hace relativamente poco, no había un tratamiento capaz de solventar dicho trastorno. Por suerte, la innovación en el mercado sanitario ha permitido que las mejores clínicas especializadas obtengan resultados impecables con los procedimientos más avanzados.

Para eliminar el lipedema, o al menos reducir sus síntomas, existen dos métodos principalmente: los tratamientos conservadores y las operaciones quirúrgicas. Veamos exactamente en qué consisten estas dos opciones.

Tratamientos conservadores

Los tratamientos conservadores ponen el foco en mitigar los dolores mediante técnicas multidisciplinares. La nutrición, el deporte, la fisioterapia o las terapias tanto manuales como mediante aparatos de última generación son las más populares. También destaca en este aspecto el uso de medias de compresión linfática. Una serie de remedios que incrementan la calidad de vida del paciente, a pesar de no solventar el problema de manera definitiva.

Operación de lipedema

Si se busca vencer de una vez por todas el lipedema, entonces lo más apropiado es someterse a una intervención quirúrgica. Un procedimiento en el que intervienen los mejores cirujanos del sector que, eliminando parte del tejido graso y optimizando la actividad del sistema linfático, consiguen resultados inmediatos y a largo plazo.

Resultados de la operación de lipedema

Como bien hemos anticipado, la evolución dentro del sector sanitario ha derivado en una mejora sustancial de los resultados de la operación de lipedema. Una operación moderna en la que la participación de clínicas de cirugía plástica de alto nivel es esencial; por lo que te animamos a analizar en detalle cuáles son los mejores centros de tu ciudad.

La pérdida de grasa en las extremidades, bien sea en los brazos o en las piernas, es más que significativa. Debido a ello, no solo se trata de una intervención en la que se elimina el dolor y todas las molestias relativas al lipedema. También se mejora la propuesta estética en aras de optimizar la autoestima de quien padece la afección. Los resultados son efectivos, rápidos y duraderos; pero, en última instancia, depende de ti acudir a estas clínicas de rigor y dar un paso al frente en pro de tu bienestar.