Soy una enamorada de la playa durante todas las épocas del año. Vivir junto al mar en los meses más fríos, cuando casi casi lo podemos tener para nosotros solos, tiene muchísimo encanto y justo esa sensación tan gustosa es la que me ha transmitido esta casa que hoy os enseño situada en Fire Island, en la costa del estado de Nueva York. Luminosidad y calidez a partes iguales en un espacio que invita al disfrute y al relax.
(vía)
¡Qué bonita por favor! a mi también me encanta el mar, vivir todo el año cerca tiene que ser un auténtico lujazo.
Besos.
Gemeladas
Uau!! espectacular!, tramite tranquilidad y me encanta la luz que tiene.