El verano, o al menos agosto, empieza a dar sus últimos coletazos, y sin duda la prenda que a ha sido estrella para mí esta temporada, y todas en las que año tras año aprieta el calor, ha vuelto a ser las sandalias.
Un tipo de calzado que año tras año se reinventa pero manteniendo la esencia de lo que algo que tiene que combatir las altas temperaturas debería siempre tener: que sean fresquitas, ligeras, cómodas para llegar por cualquier tipo de terreno pedregoso o playero y que en definitiva: nos guste llevarlas puestas.
En 2015 hemos visto mucha sandalia gladiadora, y mucha tira por aquí y por allá, superada por esa moda boho que nos ha traído flecos para todos como si no hubiese un mañana. Hemos visto muchos colores terrosos y tonos pasteles. Las espardeñas también han tenido su punto de protagonismo recordándonos ese puntito vintage y campestre que este tipo de zapatos suele llevar.
Aunque si ha habido una moda que ha pegado fuerte en el tema de las sandalias, aunque haya sido a título casi póstumo, han sido las cangrejeras. Un calzado que no nos poníamos desde que teníamos 5 años y realizábamos castillos de arena en la playa con nuestra familia, despreocupados y medio desnudos. Se ha reinventado por completo ofreciéndonos tonos que no imaginábamos, añadiéndoles tacón, lentejuelas y… sí, no os lo vais a creer: flecos.
Por eso me gustaría elucubrar lo qué podría ser el próximo 2016 de en cuanto a sandalias, pero no como pitonisa que aventura lo que cree que va a ser según los designios de las pasarelas y las grandes firmas, sino más bien lo que a mí me gustaría que fuesen.
En primer lugar me gustaría ver innovación. Menos reboots y más argumentos innovadores, por utilizar un símil cinematográfico. Reinventar las cangrejeras o ponerle flecos hasta a los flecos no me parece mal, ya que ambos elementos me gustan y me parece que tienen su encanto. Pero como amante de la moda me gustaría ver innovación, cosas que no he visto y que espero que me gusten.
También me gustaría ver nuevos tejidos. Todos los días las noticias nos informan de novedades textiles increíbles, nuevas tecnologías en tejidos, con propiedades que no conocíamos. En la ropa deportiva, por ejemplo, se suelen adoptar mucho antes tejidos de última generación y nuevas características. Las sandalias parecen estancadas en tejidos de antaño, simples y vistos hasta la saciedad. Yo quiero ver cosas nuevas.
Con estos dos sencillos puntos me conformaría, ya que creo que podemos tener mucho mejor calzado y que las sandalias son sin duda las reinas del verano en cuanto a gobernar en nuestros pies se refiere.
La moda será mucho más grande si vamos mejorando todas estas cosas que parecen tan pequeñas, y yo desde luego seré un poquito más feliz a la hora de abrir el armario para salir un rato a la playa.
¿Qué opináis?