Barcelona es una de mis cuidades favoritas y tenéis que descubrir todos los rincones y restaurantes que no os podéis perder de la ciudad condal.
Estos meses de primavera están siendo una auténtica locura. El lunes por la noche regresé de Barcelona tras pasar allí una semana con motivo de Barcelona Bridal Week. Ayer volví por la tarde de Valencia después de participar en el I Encuentro Telva Novias Valencia y el próximo viernes pongo rumbo a Paris porque sí para pasar unos días de desconexión merecida con Gon.
Dicho esto, no podía pasar ni un día más sin que os contara, a modo wishlist, algunos de mis pasos por Barcelona ,una de mis ciudades favoritas que visito menos a menudo de lo que me gustaría.
Tuve la suerte de alojarme en el Grand Hotel Central y disfrutar del poquito tiempo libre que tuve entre desfile y desfile de su terraza, su magnífico desayuno y mi espectacular habitación. El servicio y la atención fueron impecables y esa es una de las cosas que más valoro en un hotel.
Aunque no tuve tiempo de acercarme y me quedé con las ganas, también me hablaron fenomenal del hotel y restaurante Casa Bonay. Antiguo emplazamiento de CasaDecor, ahora es un hotel de 69 habitaciones buque insignia del diseño y la innovación. Me lo apunto para la próxima.
La primera noche, tras el desfile de Rosa Clará, tuve la suerte de cenar en compañía de alguno de los blogs internacionales de bodas que más admiro. Artte, el restaurante escogido, es un espacio gourmet, tienda de té, local de conciertos, galería de arte y todo lo que te puedas imaginar. Merece la pena conocerlo.
Si me seguís en la cuenta de Instagram de La Champanera, ya sabríais de mi pequeño pit-stop en Wer Haus. Galería de arte reconvertida, ahora es una tienda de ropa, librería, cafetería y encuentro de arte.
Y entre tanto restaurante, una tienda: Coquette. Aunque mientras escribo este post su página web no funciona, os puedo decir que está situada en la calle Madrazo 153 y que me lo hubiera llevado todo puesto.
Sin pretenderlo me crucé con My Beautiful Pottery, una pequeña tienda llena de vajillas artesanales y teteras que era toda una idealidad. Las colecciones Angel Stars, Cottage, Georgia y Chocolate Flower no me pudieron gustar más.
De casualidad también me encontré con la primavera en la calle, la floristería de María Ponsa en plena Rambla de Cataluña. Y yo, que hablo con las paredes, allí me puse a hablar con María de las flores, de mi viaje a París, de lo divino, de las redes sociales y de lo humano.
El último día, a modo de despedida, Gon me llevó a comer a La Cuina d’en Garriga, uno de sus imprescindibles durante el tiempo que vivió en Barcelona. Tienda y restaurante al mismo tiempo, te ganará por su encanta, su carta y su magnífica localización ligeramente apartada de la masa turística.
Ya más clásicos, también nos dejamos caer por la mítica Bodeguetta y la puesta de sol en las terrazas del Tibidabo. Con un Martini y al aire libre, todo se ve diferente.
¡Hasta pronto Barcelona!
Un besote, La Champanera.
Siempre me parecen pocos días en Barcelona…es una ciudad que enamora…