Últimos coletazos de invierno

Antes de que se implante el buen tiempo para siempre y puesto que el verano es ocasión para peticiones matrimoniales de lo más bonitas de cara al otoño/invierno que viene, os dejo un reportaje precioso organizado por Volvoretta Eventos lleno de detalles para soñar.

Varios son los ingredientes que me encantan de esta sesión: la gama cromática elegida, con la «marsalá» de protagonista como hilo conductor, que sea Bilbao el territorio escogido, que Blancanieves sea la inspiración y que todo esté cuidado hasta en lo más mínimo.

La dirección y coordinación de toda esta obra de arte va de la mano de Lorena y Eugenio, pareja y amigos que juntos han resultado ser la mejor combinación profesional a la hora de hacer de una boda un sueño y que con Volvoretta Eventos han hecho realidad.

Apasionados del buen hacer y del handmade cada rincón respira cuidado, artesanía y un gran acabado. Nos han querido transportar con gran éxito a un ambiente lleno de magia, con los tonos calabaza, terracota y chocolate.

Por fin podemos ver a una Blancanieves muy favorecida maquillada y peinada por Estíbaliz Moyano con un final de blanco, donde los encajes, el drapeado y el dorado dan vida a un vestido de cuento, con manzanas dulces de por medio pero con desenlace feliz.

Novelle es el nombre de quien está detrás del diseño así como del ramo y las dos coronas, un atelier donde cada pieza se trabaja de forma artesanal y única, conjugando los materiales naturales con la creación personalizada.

A los pies de la novia unos peeptoes de Lucio Herrezuelo, una boutique 100% española especializada en novias, siguiendo esa tendencia en forma de T de años 20 que han tomado las pasarelas nupciales. Son una opción cómoda, a la moda y con estilo.

El novio con chaqué realizado artesanalmente de Oskar López Ileaña Sastre, encargado de vestir a los caballeros más elegantes del norte con los mejores materiales traídos de todo el mundo.

Para las joyas y el reloj han escogido a Rayma, especialistas en alta joyería que han sabido modernizar y seguir siendo tendencia desde 1975.

El emplazamiento escogido fue el jardín de Barretaguren, un espectacular y remodelado caserío del siglo XIX,  en Gueñes a 20 km de Bilbao. Como si del mismo bosque del cuento de los siete enanitos se tratara, nos transporta a un ambiente idílico repleto de naturaleza perfecto para celebrar el más espectacular de los enlaces.

Cada vez son más las novias que se casan en invierno y cada día me gusta más como elección final. Tiene ese aire distinguido y elegante que hacen que las bodas muestren sus decorados más elaborados y diferentes, escapándose de las modas a las que ya estamos más acostumbrados.

En este caso tenemos una mesa imperial para dos, sobre un manto verde la combinación de las mejores flores de temporada que se mezclan con una elegante cristalería y vajilla pintada a mano rematada con cubertería dorada.

No me pueden gustar más los detalles de manzanas de caramelo, castañas asadas, barra de tés y ese genial chocolate con churros, propios del invierno y que son tan geniales para alegrar a los invitados, rematado con ese toque repleto de velas que aportan calidez y belleza a todo el decorado.

Brutal mesa buffet de postres con los dulces de Danita’s Bakery que hacen las delicias de los más dulceros y que animarían el final más top de cualquier velada con propuestas temáticas adhoc para cualquier evento.

Para las fotos Xabi Vide fue el encargado de inmortalizar este cuento de invierno captando con gran naturalidad cada detalle y emoción. Especializado en fotoperiodismo de boda mezclado con la fotografía más intima. Emociones, gestos o personas no se le escapan al objetivo.

Podéis ver todos los detalles de este reportaje con los últimos coletazos de invierno en este vídeo hecho por Álvaro Santos Wedding Films,  donde arte, saber hacer y pasión se juntan en uno.

Un besote, La Champanera.