Editoriales La Champanera: Making Of

¿Quieres saber qué hay detrás de los Editoriales La Champanera? Te cuento en este post todos los detalles y el backstage de un shooting nupcial.

Después de publicar tantos #EditorialesLaChampanera y después de ver con satisfacción, alegría y orgullo como estos daban la vuelta al mundo, era el momento de compartir con vosotros algunos momentos inéditos de su making of.

Lo cierto es que este tipo de shootings siempre conllevan más tiempo del que parece, creedme.

Mes y medio antes, aproximadamente, hay que escoger la localización, cuadrar la fecha con todos los proveedores, organizar a las marcas para entregas y recogidas así como idear estilismos que suponen un millar de correos electrónicos, llamadas y visitas.

Trato siempre no repetir ningún estilo y desde hace un tiempo hago las sesiones con marcas diferentes. Por ejemplo, no todos los trajes, las flores o los tocados son de la misma diseñadora, creo firmemente que este esfuerzo extra da mucho más valor a la sesión.

Desiderata, Alejandra Svarc, Pronovias, Rosa Clará, Mango, Sole Alonso, David Christian, Isabel Nuñez, Beba’s Closet… he perdido ya la cuenta de con cuántos vestidos de novia me he fotografiado.

Eso sin contar cuando la sesión es fuera de Madrid. En Asturias, en Segovia o en Barcelona. Súmale el viaje de ida más el de vuelta, gastos de hotel incluidos si el guión lo exige, y resta horas de tiempo libre o de despacho.

Generalmente solicito más material del que necesito, porque a veces me envían los vestidos o los tocados con urgencia, y no puedo disponer de ellos más de 48 horas. Así me garantizo que si en el momento hay algo que no cuadra, la marca con la trabajo tenga igualmente repercusión con un plan B.

Durante la sesión, las horas de trabajo no se quedan atrás. Lo más habitual es salir de casa a eso de las 8 de la mañana con el coche cargado de trajes, flores y cajas, y volver rendida a eso de las 10 de la noche tras 14 horas de pie y alerta de que todo marche en orden.

Producir y protagonizar un editorial no es moco de pavo. Me faltan siempre ojos y manos, pero al menos tengo la garantía de hacer las cosas a mi manera, para bien y para mal.

Tengo la suerte de trabajar con equipos que están preparados para este tipo de días y que son todo terreno, dispuestos a darlo todo aunque el cansancio o el hambre aplaquen. Tengo la suerte de contar con un equipazo y trabajadores incansables como Peluquería Suarez, Lorena Carbajal y La Mar Studio, como es el caso de estas fotos.

«Ya que estamos aquí y tenemos esta montada, que merezca la pena, que no quede un minuto por exprimir» les digo a ellos y me digo a mí misma constantemente.

Y no os creáis, también yo tengo mis pequeñas manías. Que me gusta utilizar mi plancha de pelo GDH que me deja las ondas que yo busco, que me gusta estar a solas con el fotógrafo durante las fotos y que detesto tener que vestirme y desvestirme sin intimidad.

Antes de dar por finalizado un look, reviso con el fotógrafo todo el material, para cerciorar que no nos hemos dejado nada. Que todos los detalles y visiones generales están a buen recaudo. Hasta se me olvida que hace un día de perros a 8 grados y yo estoy muerta de frío en manga corta.

Y venga, otro cambio de vestuario. Y otro cambio de peluquería. Y una última ubicación. Aprovecho cuando puedo para revisar el correo y las redes sociales, para relajarme y volver al ataque.

Cuando llego a casa ya no sé ni de qué color tengo los labios, pero reconozco habermelo pasado en grande haciendo lo que me gusta, muerta ya de ganas de que pasen 2 semanas.

Y es que unos 15 días después, el fotógrafo y yo de forma conjunta escogemos las fotografías finalistas para hacer un rotoque final y elaboro uno a uno los artículos que muestran por separado cada uno de los looks.

Aprovecho la ocasión para darle las gracias a todos los proveedores y las marcas que han confiado a ciegas estos años en mis Editoriales La Champanera y en especial a aquellos que confiaron en mi trabajo la primera vez que les llamé hace ya 3 años cuando las editoriales aún eran un producto digital inexplorado.

¡Esto no ha hecho más que empezar! Un beso enorme, Ana.