Raw Food

La obsesión por el crudismo

La Raw food es, sin duda, una de las dietas de moda entre las celebrities. Ingerir únicamente alimentos de origen vegetal que no han pasado por un proceso de cocinado a temperaturas superiores a los 42 grados centígrados, ha seducido a estrellas como Gwyneth Paltrow, Demi Moore o Madonna.

Como todas las dietas que alcanzan la ‘fama’, este tipo de alimentación ha generado tantos adeptos como detractores. Sus defensores señalan incontables beneficios para el organismo, entre los que están:

  • Mantener a raya los niveles de colesterol y grasas.
  • Aumentar la cantidad de fibra en el sistema digestivo.
  • Prevenir la obesidad.
  • Retrasar el envejecimiento (debido a la ingesta de antioxidantes).
  • Mejora de la sostenibilidad al usar productos orgánicos.
Raw Food

Por contraposición, los enemigos de este tipo de alimentación apuntan los siguientes problemas:

  • Conlleva carencias de algunos micronutrientes.
  • Impide una adecuada absorción de minerales.
  • Provoca carencia de vitaminas del grupo B, así como de hierro.
  • Puede generar anemias.

El término medio de la Raw Food

Sea como sea, en lo que sí coinciden muchos expertos es que comer aproximadamente el 50% de alimentos crudos, o fermentados, sí puede mejorar la salud. Y no tienen por qué ser necesariamente productos de origen vegetal. De hecho cocinar en exceso la carne, el pescado o los lácteos desnaturaliza su grasa y sus proteínas, destruye las enzimas y reduce su contenido en vitaminas.

Raw Food

Quizá sea por eso que no sólo las verduras y hortalizas, sino también la carne y el pescado crudos tengan una presencia cada vez más importante en las cartas de los restaurantes. Ya sea en forma de sashimi, sushi, ceviche o tiradito, o en otro tipo de preparaciones como los tartares o el carpaccio.

En el restaurante Bendita Locura Coffee & Dreamspor ejemplo, preparan el salmón marinado en cítricos y vodka y lo sirven acompañado de pan pita y sour cream de mostaza: “El salmón en este caso, al estar macerado en un jugo de cítricos, preserva todas sus propiedades, que no son pocas, y aporta una cantidad de proteínas, omega 3 y vitaminas muy interesante cuando se desea una alimentación saludable”, comenta David Monzón, copropietario del gastrobar. Además, en la carta incluyen un steak tartar, y un tatine de carpaccio de buey con rúcula y parmesano, para todos los que se quieren cuidar sin renunciar a los alimentos de origen animal. Porque esta vuelta de tuerca a la dieta Raw food, no sólo es infinitamente más llevadera que la original, sino también más apetecible ahora que llegan los meses de calor.