De todos los aceites vegetales, puede que el de coco sea uno de los mas mediáticos debido a sus «milagrosos» y diversos usos y por supuesto, por ser uno de los productos naturales más amados por las celebrities. Debido a su carácter «multiusos», como hidratante facial, capilar o corporal, modelos, actrices y celebridades como Emma Stone, Poppy Delevigne, Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston o Blake Lively han asegurado ser fieles consumidoras del aceite de coco, conocido ya como el «Elixir de Hollywood«. Desciframos los mitos, beneficios y usos que si y no debes dar a este aceite vegetal, ¡toma nota!
Sus innumerables beneficios capilares
En materia capilar, el aceite de coco tiene infinidad de beneficios pero, sin embargo, debemos tener en cuenta que no todos son iguales y que hay muchas variedades. ¿Cuál es el aceite de coco más adecuado para el tratamiento capilar? Según expertos, el tipo de aceite más idóneo para el pelo es el aceite de coco virgen, obtenido a partir de la pulpa fresca y madura del coco por medios naturales. De este manera, el producto preserva su valor nutritivo (vitaminas y minerales) y su contenido en sustancias beneficiosas para el cabello.
Tal y como han confesado celebrities con «pelazo» como Blake Lively, aplicar este aceite en las puntas del pelo antes de lavarlo las protege e hidrata evitando que se engrase la raíz. Además, el aceite de coco también evita el encrespamiento, hidrata de manera infalible y protege el pelo de las exposiciones más extremas, como el agua del mar. De este modo, los expertos aconsejan emplearlo antes de ir a la playa para protegerlo de las impurezas del agua marina como el yodo.
Por último, otra de las aplicaciones más recomendadas por las usuarias es aplicarlo en el pelo como una mascarilla antes de ir a dormir. El aceite actúa durante toda la noche y al día siguiente simplemente debes lavar y aclarar en profundidad. El brillo, la hidratación y la vida que cogerá tu melena es, cuanto menos, increíble.
Como hidratante facial
La capacidad hidratante del aceite de coco es una realidad y aunque te parezca excesivamente graso, los beneficios de su uso en la cara están más que comprobados. Debido a su alto contenido en Omegas, el aceite de coco fortalece la piel del rostro y la reaviva cuando está especialmente deshidratada. Prescriptoras de moda como Poppy Delevigne han asegurado usar el aceite de coco como mascarilla facial nocturna, cuando su piel está falta de hidratación.
Como desmaquillante
Gracias a su textura oleosa y su origen natural, el aceite de coco es ideal para desmaquillar el rostro. Emma Stone, Kelly Osborne o Gisele Bündchen han confesado emplear este aceite como herramienta para eliminar el maquillaje y evitar cualquier tipo de reacción alérgica. Además, debemos recordar y resaltar su capacidad para ensalzar el glow de la piel, otra de las propiedades que cautiva a sus adeptas.
Reparador de labios
A diferencia de otros productos que solemos usar como la vaselina, el aceite de coco aporta una hidratación natural y duradera que evitará la apariencia deshidratada y las fracturas. La actriz Emma Stone se ha declarado una fiel consumidora del aceite de coco, en parte, por sus beneficios como hidratante labial.
Sus beneficios como aceite corporal: protección, alivio e hidratación
El uso del aceite de coco como loción corporal tiene múltiples beneficios. En primer lugar, tiene un alto poder para combatir las estrías debido a que nutre, hidrata e incrementa la fuerza y elasticidad de la piel, protegiéndola de la aparición de las temidas estrías. Por otra parte, también es ideal para aplicar como «tratamiento aftersun» tras las largas exposiciones al sol, debido a su poder para hidratar y calmar la piel sensible.
Como alimento, el aliño perfecto (y ocasional)
A pesar de la fiebre del aceite de coco que vivimos hace unos años, sus beneficios nutricionales son ciertos pero debe consumirse de forma ocasional y controlada debido a su alto contenido en grasas saturadas. De esta manera, es un ácido graso ideal para aliñar ensaladas o platos con vegetales, beneficiándonos de sus propiedades antivíricas y antibacterianas.
