El día que Kate Middleton acabó con una marca de moda

La historia detrás de su vestido de compromiso

«El Príncipe de Gales está encantado de anunciar el compromiso del príncipe Guillermo y la señorita Catherine Middleton«. Así anunciaba Carlos de Inglaterra, a las 12:04 del martes 16 de noviembre de 2010, el compromiso de su hijo mayor. Seis horas después la pareja posaba ante los medios y como no podía ser de otra manera, las miradas se dirigían hacia la novia.

El vestido de compromiso de Kate Middleton

Además de anillo de compromiso, un zafiro de 18 kilates rodeado por 14 pequeños diamantes de la firma Garrard Joyeros, no pasó desapercibido su vestidos azul klein que complementaba perfectamente la joya. El modelo en concreto era de la marca Issa, dirigida por la diseñadora Daniella Helayel. Por aquel entonces la marca era pequeña pero con un público fiel, ese día su historia cambió irremediablemente.

 Kate Middleton acabo con una marca de moda
El vestido de la marca Issa que lució Kate Middleton el día de su compromiso

A pesar de ser la era pre-instagram, los teléfonos no pararon de sonar en la oficina de Issa y supieron que la futura duquesa llevaba su marca. El vestido se agotó en 5 minutos y la demanda se disparó debido al «efecto Kate». Esto supuso un crecimiento demasiado rápido que ahogaba a la marca debido a su tamaño, que les obligó a buscar inversores para hacer frente a la nueva situación.

El banco se negó a darles crédito y la persona que acabó haciéndolo no fue otra que Camilla Al-Fayed, hermanastra del fallecido Dodi Al-Fayed, que se hizo con el 51% de la empresa en julio de 2011. El problema es que la familia Al-Fayed había sido muy crítica con la familia real tras el accidente en el que Dodi Al-Fayed y la princesa Diana fallecieron. Aunque la Duquesa de Cambridge siguió llevando la marca tras el compromiso, fue usándola cada vez menos tras este movimiento en la compañía.

Este movimiento hizo colapsar la marca, y la diseñadora salió tras chocar con el nuevo CEO solo dos años antes de que la marca echara el cierre definitivo en 2015.

Aún así, a mediados de ese año hubo una reedición del icónico vestido y ni siquiera Caitlyn Jenner pudo resistirse a hacerse con él.