El nuevo proyecto de la Fundación Aladina se merece toda la difusión del mundo y esta pequeña intrusión que nada tiene que ver con bodas.
El pasado jueves tenía anotada en mi agenda una cita muy especial. No era una rueda de prensa, ni un desfile ni la presentación de un nuevo perfume. Tenía una cita con la Fundación Aladina para conocer de primera mano su nuevo proyecto y a los implicados de su nuevo proyecto.
Como sabréis, la Fundación Aladina es un proyecto independiente de Paco Arango (no está ligado a ningún partido político ni religioso) para que los niños con cáncer, así como sus familiares, nunca pierdan la sonrisa. Y es que tan importante como cuidar el cuerpo, es cuidar del alma de las personas más vulnerables que atraviesan el peor momento de su vida. Ay, el alma.
¿Sabías que en la Fundación Aladina el 100% del importe que recibe de los donativos se destina íntegramente a los programas de apoyo a niños y adolescentes enfermos de cáncer y sus familias? Esto es posible gracias a la generosidad de su patronato pues todos los gastos administrativos están cubiertos por su aportación. Eso les permite centrar todos sus esfuerzos en quienes más lo necesitan.
Su compromiso también es la transparencia. Desde 2011 la Fundación Aladina es auditada con éxito por PriceWaterhouseCoopers y las cuentas están siempre a disposición de quien las solicite. Este dato sería una obviedad, y una nimiedad, si no viviéramos estos tiempos que corren a menudo muy decepcionantes.
Así, unos cuantos amigos de la fundación nos reunimos en la galería de arte Mirat & Co que, al igual que el catering The Cook, cedió su tiempo, su espacio y su trabajo para que tuviéramos un lugar en el que encontrarnos y conocernos todos.
Tuve la inmensa suerte de charlar un rato un Héctor, un niño con pinta de ser más bueno que el pan que acaba de superar su enfermedad y se come la vida con los ojos. Y si hubieran sido mis hermanas, los hijos de las personas que quiero… y se me corta la respiración de solo imaginarme semejante cuadro.
El nuevo proyecto de la Fundación Aladina es de lo más ambicioso y más que nunca, necesitan todo nuestro apoyo y cariño. ¿El objetivo? Renovar la UCI del Hospital Niño Jesús que cada año atiende a 800 menores de toda España, los más graves, y que es la UCI pediátrica de 18 hospitales públicos de la Comunidad de Madrid.
La estancia media de los menores ronda los 4 días, pero los niños oncológicos pueden llegar a pasar un mes. ¿Sabías que esta UCI carece de luz natural y que tanto los niños como sus familias pierden la noción del tiempo mientras están allí?, ¿sabías que esta UCI necesita urgentemente una renovación de todos sus equipos técnicos?
Desde la Fundación Aladina quieren que el mes de junio sea el mes de los achuchones solidarios y te hagas eco de esta bonita acción publicando en tus RRSS tu particular achuchón y con el #AchuchonAladina. La foto es tremenda, pero eso es lo de menos.
Y yo personalmente os invito a enviar un SMS con la palabra «Achuchón» al 28014 (1,20€ que no es nada), hacer un donativo o hacerse socio de la fundación porque todo suma.
Sé que esto no tiene mucho que ver con bodas, con lifestyle o con cualquier otro tema que trato habitualmente desde el blog y las redes sociales. Pero tiene que ver con nosotros, con las personas que llevamos dentro, con toda la gente que nos cruzamos y en el poco bien que haríamos con un mínimo esfuerzo extra.
Siento la intrusión y el acoso de conciencia. Espero que entendáis que merecía la pena.
Un beso, Ana.
Me encanta esta fundación, ya hace muchos años que la conozco y ya he hablado en varias ocasiones de ella, porque cuando los novios me preguntan qué pueden regalar a sus invitados, siempre les digo que busquen y se informen en la fundación Aladina, hacen una labor, con perdón de los médicos, casi más importante que la suya. Así que aquí tienes la relación con las bodas, pero como bien dices, tampoco hace falta.
Un abrazo