El fin de semana pasado nuestro amigo Fillipe, artista como Lulu, tuvo la gentileza de darnos una pequeña clase sobre su especialidad, la técnica del graffiti. Tras un repaso a la terminología (tag, silver, throw up, pieza…) apoyándonos en las obras de los alrededores, Fillipe nos llevó a una pared blanca preparada al efecto y nos ofreció su cuaderno de bocetos para que eligiéramos cuál reproducir. Nos decidimos por un tótem-robot, alegoría de la sociedad globalizada, que se convierte en nexo común entre dos madrileños y un quarteirense.
Last week-end our friend Fillipe, an artist just like Lulu, was kind enough to teach us a few things about his specialty, graffiti. He first showed us the basic terms (tag, silver, throw up, piece…) illustrating his explanations with the surrounding artwork. He then took us to a white wall and offered us his notebook as to choose some sketch to reproduce. We went for a totem/robot which allegorically stood for the globalized society that served as a link between two «madrileños» and a «quarteirense».
¡Qué lindo, Lulu! El arte del graffiti es muy interesante. Hace un tiempo leí la novela de Perez Reverté sobre graffiteros, El francotirador paciente, y fue un lindo descubrimiento.
Saludos,
Gaby
Lo leeré! Muchas gracias Gabi!!! un saludo
Pues sería muy interesante ver a uno de tus perros a lo underdround. Aunque imagino que para eso hace falta mucha práctica.