Si algo bueno tiene la decoración nórdica es que nos permite jugar con diversos estilos en un mismo espacio, creando ambientes totalmente únicos. Como muestra esta casa escandinava que hoy os traigo, en donde vemos cómo combinar piezas de diferentes estilos consiguiendo un ecléctico nórdico lleno de armonía.
La tarima de madera en un tono clarito, los techos altos y los ventanales del salón son un escenario perfecto para una decoración delicada y luminosa como la que se ha elegido en esta ocasión. Es una casa llena de encanto en donde se han creado diferentes espacios de relax y disfrute, como por ejemplo los dos rincones de lectura junto a las cristaleras, uno completado con un columpio de mimbre y otro con un sofá perfectamente integrado bajo la ventana. En la cocina que, perfectamente podría pertenecer a un bonito cottage de campo, se han definido dos zonas, la mesa de comedor, con sus sillas de inspiración rústica y el banco de madera blanco de detrás, una zona de estar muy útil para una cocina de buenas dimensiones.
Las tonalidades que destacan sobre el blanco neutro del hogar son suaves y femeninas y otro detalles que me encantan son la lámpara de techo, el columpio y la butaca, todos ellos localizados en el salón, el detalle de haber mantenido un trozo de mosaico en el suelo del pasillo y, por supuesto, las sillas rústicas de la cocina.
Un mix de estilos armonioso que transmite paz y tranquilidad.