A la pregunta que te hacemos, la respuesta es sí. La mamografía es esencial para la detección precoz del cáncer de mama y, por ende, para salvar la vida de muchas de las mujeres que lo padecen. Y es que, aunque el de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres, el índice de mortalidad se ha ido reduciendo en los últimos años gracias a la concienciación de hacerse revisiones periódicas. ¿Eres de las que se las hace? Sí o no, tienes que leer esto y tomar conciencia de ello.
La detección precoz es clave
¿Sabías que el cáncer de mama afectará a un promedio de una de cada ocho mujeres en algún momento de su vida? El porcentaje es muy alto. Y, ¿sabías que en España muere una mujer cada 90 minutos por esta patología? El dato no es muy alentador pero si ponemos de nuestra parte podremos mejorar estas cifras. Y es que, son varios los estudios que demuestran que la detección temprana es un componente vital en el tratamiento exitoso del cáncer de mama. ¿Cómo hacerlo? A través de las mamografías ya que estas pueden detectar cambios en la mama que son demasiado pequeños o sutiles como para sentirlos.
¿Qué es una mamografía?
El cáncer de seno es una de las pocas enfermedades de este tipo que se pueden diagnosticar precozmente; es decir, antes de que se note algún síntoma. La mamografía es la técnica que se utiliza para ello, para detectar cuanto antes la presencia de las células cancerosas en el pecho. Gracias a ellas disminuye muchísimo el riesgo de morir por esta enfermedad.
¿Cada cuánto tiempo hay que hacerse una mamografía?
Los profesionales recomiendan hacerse mamografías cada uno o dos años a partir de los 40 (o 35 años si se tienen antecedentes de familiares directos de cáncer mamario). Una vez pasada la barrera de los 50 se debe hacer el cribado de mama cada año. ¿Antes de esas edades? No son necesarias pero sí lo son las revisiones en el ginecólogo y las autoexploraciones para detectar bultos o anomalías en el pecho.
La mamografía digital, el último avance para luchar contra el cáncer
En los últimos años la tecnología ha avanzado para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud. Y uno de estos últimos avances ha sido el de la mamografía digital. Se trata de un nuevo método que utiliza computadoras y detectores digitales especialmente diseñados para producir una imagen que se puede mostrar en un monitor de computadora de alta resolución, y transmitir y almacenar como archivos de computadora.
¿Qué diferencia hay entre una mamografía normal y una digital?
Para el paciente hacerse una mamografía digital es muy parecido a una mamografía convencional ya que ambas usan compresión y rayos X para crear imágenes claras del interior del seno. Eso sí, la mamografía digital va más allá y con ella se consigue una mayor calidad en la reproducción de estas. Además, las mamografías digitales producen imágenes que aparecen en el monitor del tecnólogo en cuestión de segundos, lo que significa un menor tiempo de permanencia en el conjunto de imágenes de los senos en comparación con las mamografías de pantalla convencionales.
¿Cómo funciona la mamografía digital?
A diferencia de otras partes del cuerpo, el seno está compuesto principalmente de tejido. Cuando el tejido mamario es radiografiado, crea una imagen que se parece a una neblina ahumada, lo que dificulta ver diminutos “puntos”, llamados microcalcaciones, y otros signos sutiles de cáncer precoz. Gracias a la mamografía digital, con las que el radiólogo es capaz de manipular imágenes, se puede ver con mayor precisión estas microcalcaciones y hacer un diagnóstico aún más precoz de la enfermedad. Y, debido a que son electrónicas, las imágenes de mamografía digital se pueden almacenar, copiar sin la pérdida de información y transmitir y recibir de una manera más ágil, eliminando la dependencia de solo un conjunto de películas «originales». ¡Todo ventajas!
No lo dejes pasar y cuídate. Salvar tu vida puede estar en tu mano. Y tener una mayor calidad de esta también.