Si tú supieras, si yo pudiera contarte. Hasta donde me llegan las palabras, hasta más allá de mis fuerzas. El futuro es incierto pero no me quedan dudas. Contigo.
A todas horas quiero besarte, comerte a besos más bien. Pero acabo devorándote con los ojos y te observo a escondidas. Porque quiero saborearte. Descubrirte. Apoyarte. Respetarte. Admirarte. Calarte en mi vida. Quererte. Lo quiero todo.
Y de repente, todas las canciones de la radio hablan sobre nosotros. Casi sin darme cuenta acabo tarareando algunas letras que jamás pensé que cantaría. Me descubro a mí misma y me entra la risa. Quizás de nervios, de emoción, qué sé yo, quizás por la liberación. Más que nunca, sin complejos a pleno pulmón.
La vida, así sin más, se ha vuelto una verbena. Ambos teníamos los tenis calzados para esa fiesta. Los males son menos males, lo bueno es buenísimo. Es lo que tienen algunas palabras: «contigo» y «nosotros».
Yo que pensé que no me volvería a enamorar, que se me había roto algo ahí adentro para siempre. Y ya ves. Sería mejor si no pensase tanto y me dejara llevar. Feliz, Como ahora.
Tiene que ser amor, no lo sé, es imposible que sea otra cosa. Aquí, ahora, carpe diem.
Con cariño, Ana.
Fotos: Sara Loba (portada, 3), Elena Bau (1), Alejandra Ortiz (2) y Pinterest (4)
Buenos días Ana! Gracias. Gracias por cada post y por enseñarnos tanto.
Enhorabuena por tu trabajo!
Me ha llegado Ana. Precioso
Que bonitas que son las bodas. Me encanta cada detalle cuidado en cada una de ellas. Hacen que sean únicas.
http://www.strending.com
Pfff… que buen texto…
Hola Ana, me ha encantado este texto….muy profundo y bello!!
Q bonito seria poder susurrarselo al oido»a oscuras», como aquel otro post que escribiste
Precioso texto Ana!
Qué bonito!!! Me ha emocionado!
Precioso artículo Anina!!! Llega…
Me encanta la primera fotografía. Me recuerda mucho a alguien.
Besos