Los niños más guapos de la boda| La Champanera

Tanto hablar de las novias que a veces se me olvida que no son las únicas protagonistas de las bodas. Pequeños invitados que no superan el metro de altura también son foco de todas las miradas.

Es cierto que allá por el mes de febrero abrí el siguiente debate: Pros y contras de los niños en las bodas. Opiniones hubo de todo tipo y, a pesar de todas ellas, yo sigo defendiendo que los niños no deben de ninguna forma quedarse a comer o a cenar. Pero es solo una opinión, no me echéis a los leones, que a mí los niños sí me gustan en la ceremonia y en el aperitivo.

Y me gustan porque sus caras y sus gestos son irreemplazables. Las miro sobre todo a ellas, que están menos alborotadas, las observo y me hace toda la gracia del mundo verlas tan metidas en el papel. Llevar las arras, sujetar la cola… Efectivamente, quien sabe, ellas también se vestirán de princesa algún día.

Mientras tanto, su vestuario para ese día tampoco se debe dejar al azar. No me lo podréis negar, pero estas niñas con vestidos de flores y cestas de mimbre me parecen lo más para una boda de campo. Originales y auténticas.

Algo más clásico pero igual de bonito, el cortejo de esta boda con coronas de Malababa y vestidos de Reine et Roi, una tienda ideal en la que no podrás parar de comprar una vez la descubras.

Porque sí, ya sea una corona de flores de María Salazar o una de esas capotas que yo lucí durante años como buena niña del norte, las niñas están monísimas tocadas.

Y, a veces, lo más bonito es encontrar el equilibrio perfecto entre la ropa de niño y los complementos de adulto. Un diez para estas fotos de Click10 con vestidos de Ma Petite Arras y tocado de Suma Cruz.

Sin olvidar nunca que lo niños son niños. Que enredan, juegan, se divierten, se manchan y descamisan, se cansan y luego, por fin, se duermen en cualquier parte.