Quien me conoce bien, sabe de mi debilidad por las novias de Helena Mareque. Son pura elegancia, originalidad y estilo. Todas ellas reúnen esos requisitos que las hace especiales, románticas empedernidas en busca del vestido perfecto que, voilá, se hace realidad en el taller de esta artista.
Y si además se juntan en una misma boda, Retrato de un Instante al objetivo con imágenes que reflejan lo mejor de cada boda, el incomparable espectáculo del paisaje, puesta en escena y encanto de Finca Aldeallana y unos precisos pajes de Marta Ussía, hacen que la boda de Rebeca y Nacho sea una de mis preferidas.
Rebeca estaba espectacular desde primer minuto de la mañana, con esas sonrisa serena propia de quien está a punto de celebrar uno de los días más especiales de su vida. Dejó el maquillaje en manos de Tacha Beauty, que consiguieron un toque natural y desenfadado. Una trenza sencilla fue el complemento perfecto para un look lleno de detalles.
El vestido, forrado de plumeti entero, consiguió un efecto espectacular jugando con las transparencias, encajes y pequeñas flores azulonas bordadas en las mangas acampanadas que conseguían ser el broche de oro de una novia 10. Ni mucho, ni poco, sino lo perfecto.
Como toda buena historia que se precie, los novios tuvieron divertidos y preciosos momentos en la iglesia. Momentos únicos para los dos, solos tú y él ante el sí quiero.
Y de testigos unos pajes de lo más salado, con sus trajes de la siempre genial Marta Ussia: hechos por encargo y para el deleite de los mayores.
A la posterior celebración llegaron en un descapotable conducido por el propio novio de Chic Cars. Me encanta esta idea de poder compartir con el recién estrenado marido todas las confidencias que se puedan ocurrir por el camino.
La puesta en escena por los caminos de Finca Aldeallana no pudo ser más bonita. Tan bonito como el ramo de rosas ramificadas, lavanda y olivo de María Salazar, a juego con las coronas de los niños.
Para la cena, Finca Aldeallana lo tenía todo preparado. Son expertos en hacer de tu boda un recuerdo inolvidable lleno de estilo y buen gusto.
El catering Sixsens de Cari Goyanes supo plasmar cada idea al estilo más gourmet de temporada, así como las flores de la mano de Victoria Cubo que adornaron cada mesa e hicieron que todo quedara perfecto.
Y como toda gran boda que así lo vale, terminaron rodeados de quienes más querían hasta altas horas de la noche amenizados por DJ. Play Music Madrid y con un primer vals, que será el primero de muchos pasos juntos en la vida.
¡Enhorabuena chicos! Una boda 10, para unos novios mejores.
Un besote, Ana.
Qué preciosidad de vestido…
¿Cuál es la Iglesia por favor?. Gracias
Es la Iglesia de Valdeprados. Un beso!
Es la de Vegas de matute!!! 🙂