La magia del Palacio de la Fresneda

Después de haber acudido a tantas bodas y de haber visitado tantos espacios de celebración, existen ya pocas fincas que consigan sorprenderme. El Palacio de la Fresneda me dejó sin habla.

Es difícil reproducir con palabras lo que sentí al cruzar las puertas de acceso a la finca. Atravesé sus jardines, respiré sus aromas y descubrí el palacio. Rincón a rincón, sensación a sensación. Un lugar lleno de magia, encanto e historia: así es el Palacio de la Fresneda.

Yo misma me imaginé mi propio escenario de película en La Granjilla –la finca donde se encuentran el Palacio y el Parque de la Fresneda–, y me enamoré, inmediatamente, de cada uno de sus escondites. Con razón Felipe II la escogió como finca de recreo; ¡qué gran elección!

Afortunadamente para los que planean casarse en un sitio diferente, con estilo y a escasos minutos de Madrid, el edificio histórico y otros espacios de este magnífico sitio han sido rehabilitados con exquisito gusto y, desde este año, alberga todo tipo de celebraciones y eventos. Ya me conocéis, yo me imaginaba allí… Una boda insuperable en el Palacio de la Fresneda.

Las posibilidades son infinitas y todas ellas únicas. Me imaginaba el reportaje fotográfico en el estanque, el cóctel al aire libre en el Jardín del Rey o en el jardín pergolado, la cena en el patio del claustro bajo la luz de las guirnaldas, o incluso, cuando el tiempo refresque, una cálida boda en los salones de la Casa de los Frailes. Ya puestos a imaginar, barajé todas las opciones.

Además, en esta finca situada en El Escorial podréis elegir libremente a los proveedores que queráis, aunque os ofrecen la posibilidad de organizaros la boda de forma integral, para que vosotros os podáis despreocupar y disfrutéis más de los meses anteriores al gran día.

El Palacio de la Fresneda es un lugar auténtico que tenéis que conocer; sentiréis su magia y entenderéis de lo que os hablo.

¿Se os ocurre algún lugar más especial donde celebrar vuestra boda en Madrid?

Besos y abrazos, Ana.