Lucía: estilo de una pasajera en trance

Una argentina, abogada y visitante, se anima a mostrarle a VANGUARD por qué las profesiones más formales no excluyen la inventiva estética. Perfil de estilo en los objetos.

Vanessa Rosales

El sol ardiente del mediodía cartagenero parece anteponerse a toda posibilidad de usar ropa sin sufrir. El aire, efervescente y húmedo, entra por los balcones y las terrazas del centro colonial, mientras las flores color magenta fulguran bajo un cielo terso sin nubes. Lucía sobrelleva la temperatura con una gracia cargada de libertad de espíritu bohemia: silueta holgada en un vestido tipo túnica, negro, con detalles tipo ojalillo, sandalitas y un sombrero tipo Panamá.

Antes de llegar a la locación de nuestras fotos, echamos un vistazo a su maleta que ha venido desde Buenos Aires a Barranquilla y que proseguirá a Bogotá unos días después. Jeans tipo pitillo con estampados ligeramente ochenteros; camisas fluidas para contrastar; unos leggins en rojo vibrante; una chaquetica de cuero tipo motociclista; y muchos vestiditos, de los cuales hay dos idénticos, con cuello tipo Peter Pan colmado de perlas. Flores y estampados.

Y está el look que ha traído para celebrar el Año Nuevo: una ensoñadora maxifalda bordada, toda en encaje blanco, acompañada por un top sin mangas, sedoso, también blanco. Para complementar: collar de perlas y una carterita muy retro con fuerte aire de años 20. Hippismo chic, matices Jackie O., tintes de rock n roll, absoluto romanticismo e ingenuidad, pulcritud y desenfado. ¿Quién dijo que una abogada debe limitarse al tedio a la hora de componerse a sí misma?

La noche que la conocí, Lucía llevaba puesta una adaptación muy contemporánea de un look tipo Bianca Jagger. Pantalones negros acampanados, top camel aterciopelado, blazer blanco estructurado y un bolso rojo. Mucha de su estética se resume en ese ensamble: se trata de una pulcritud balanceada por acentos sofisticados y bohemios. “Mi estilo es bastante despojado, lánguido, adoro las prendas sueltas”.

La soltura es un tipo de silueta al que rehúyen típicamente las mujeres colombianas. No es difícil entender por qué. A menos que la silueta del cuerpo esté demarcada por las líneas de la ropa, la mujer colombiana tiende a sentirse poco femenina y sobre todo: poco ‘sexy’. En parte porque las expectativas masculinas nos han hecho presas de un concepto que, de manera inconsciente, nos conduce a repetir un patrón de vestir. Así las cosas, las siluetas y los estilos tienden a ser uniformes: minifaldas con camisas fluidas, pantalones pitillo con tops, vestidos ajustados con tacones. Esto sucede especialmente durante la noche, irónicamente uno de los momentos que más ofrece la posibilidad de reinventar la identidad a través de las escogencias estéticas.

Lucía no teme a las formas holgadas en parte también porque es menuda y delgada. Pero también es cierto que las acoge porque se siente confortable dentro de la variedad que ofrece la ropa. Ir con algo ajustado un día y luego, al siguiente, lanzarse a la bohemia. Frente al armario o el espejo, la mayoría de nosotras quiere repetir un patrón que ya nos ha funcionado. Esta necesidad de acertar basadas en la repetición nos hace sacrificar el encanto y la emoción de probar nuestros cuerpos en diferentes territorios. Variar, experimentar, jugar: en ese juego de posibilidades está una de las grandes delicias de ser mujer.


00.jpg01.jpg02.jpg03.jpg05.jpg06.jpg07.jpg08.jpg10.jpg12.jpg15.jpg16.jpg17.jpg18.jpg19.jpg20.jpg22.jpg23.jpg24.jpg26.jpg28.jpg30.jpg31.jpg32.jpg34.jpg35.jpg

Un comentario en “Lucía: estilo de una pasajera en trance

  1. A veces uno se complica tanto para hacer unas fotos y veo las de este blog y se ven tan sencillas, pero tan hermosamente bien hechas. Se destaca lo que se tiene que destacar. Se nota que está hecho con todo el gusto del mundo. En la sencillez está el buen gusto. Saludos,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *