Dicen que la cara es el espejo del alma, pero si hablamos en términos de belleza, también es el reflejo que delata tu destreza con la brocha y el pincel. El maquillaje no entiende de términos medios: puede hacernos sacar nuestra mejor versión o hacer de nuestro rostro un lienzo de arte abstracto. Todo depende de los productos que utilicemos y, sobre todo, de cómo los utilicemos. No hay nada mejor que poner cara al enemigo, por eso, te mostramos los 10 errores de maquillaje nivel principiante que solemos cometer sin darnos cuenta. Una serie de fallos sutiles, fruto de las prisas o la inexperiencia, que son fáciles de resolver si se tira de maña y se presta atención.
Errores de maquillaje en la piel
Escasa higiene facial: El primer paso (y más importante) es mantener a raya tu higiene facial. Si tu rostro no está limpio e hidratado o si quedan restos del día anterior, es más que probable que el maquillaje se cuartee. Sigue a pies juntillas tu rutina de cuidado echando mano de limpiadores y tónico facial, un paso muy importante para restaurar el pH de la piel. Sobre todo, nunca te vayas a dormir sin desmaquillarte, tu rostro lo agradecerá y notarás los resultados a simple vista. Sin duda, la limpieza es mucho mejor que cualquier maquillaje.
Utilizar un maquillaje más oscuro que la piel: Es un error que suele ocurrir frecuentemente fruto del desconocimiento. La función de una base de maquillaje no es ponernos más morenas como muchas pueden pensar, sino unificar el tono del rostro. Por eso, debemos elegir una base del mismo tono que nuestra piel.
Usar los polvos matificantes en cantidades industriales: A los polvos translúcidos los carga el diablo. Son capaces de crear una cara ‘efecto Casper’ a la mínima de cambio. Usados con mesura son una herramienta ideal para fijar el maquillaje y evitar los brillos. Recuerda: ‘menos es más’.
Pasarse con el colorete: si no quieres parecer Heidi corriendo por los Alpes suizos, no te excedas con el ‘blush’. Tampoco lo eches con ahínco en medio de los mofletes. Lo correcto es aplicar el rubor sonriendo frente al espejo para que los pómulos se marquen más y puedan definirse mejor. Comienza en la parte superior del hueso de tu mejilla y haz un trazo hasta la mandíbula con ligeros movimientos circulares.
Presta atención a la mirada
Sombras, corrector e iluminador que se te van de las manos: El iluminador aporta luz a puntos concretos del rostro y el corrector ayuda a disimular imperfecciones puntuales. Pero echar cantidades ingentes de estos productos como si nos fuera la vida en ello es un remedio que, más que ayudar, puede arruinar el mejor de los maquillajes. Debe hacerse con cuidado y con un tono similar al de nuestra piel.
Sombras y eyeliner con ‘efecto mapache’: Si no eres experta en estas lides es mejor apostar sobre seguro para no acabar emborronando los ojos. Una sombra clarita, neutra y sin brillo, combinada con otras en colores topo, marrón, gris o berenjena son unas combinaciones ideales para crear diferentes maquillajes. Otro de los errores a solventar es hacerse un eyeliner grueso e infinito al estilo Amy Winehouse. Con un poco de paciencia y buen pulso podrás hacer un trazo sutil que realce la mirada.
Cejas demasiado maquilladas: Un error muy común es utilizar productos con tonos demasiado oscuros que lo único que logran es endurecer la mirada. Rellenar las cejas con un lápiz específico o un poco de sombra son las soluciones correctas para capear las calvas o ensanchar su contorno. Elige un tono más de tu color de cabello para evitar demasiado contraste.
En los labios
Labios agrietados: Antes de aplicar la barra de labios es necesario que estén hidratados. Utiliza un bálsamo labial para que se vean más carnosos y el color dure más tiempo.
Labios mal perfilados: Es aconsejable que el perfilador sea del mismo color que el labial para que no se note el trazo. Evita también modificar demasiado la forma natural del propio labio.
No lavar tus brochas y pinceles: Por último, apuntar que tanto las brochas del rostro, de los ojos y de los labios se deben lavar con un jabón suave, aclararlas después con agua y dejar secar. Esto evitará problemas en la piel como acné, erupciones o infecciones.