Los problemas capilares dan muchos quebraderos de cabeza (nunca mejor dicho). Notar que se nos cae o que no crece como debería nos puede preocupar mucho ya que, en la gran mayoría de ocasiones, no sabemos a qué es debido. Por eso, es importante conocer el origen del problema para llegar a la mejor solución. David Lesur de los salones David Künzle, Víctor López de la firma cosmética California Mango y Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Dalire, nos cuentan lo que debemos saber sobre ello.
¿A qué se debe que el pelo no crezca?
Hay varios factores que ralentizan el crecimiento del cabello:
- La edad, ya que a medida que envejece se vuelve más débil.
- Una mala alimentación que conduce a deficiencias nutricionales que afectan el estado de salud del cabello, haciéndolo opaco y quebradizo.
- El estrés es causa de malestar en nuestro organismo.
- La genética, según la cual cada individuo tiene una fase de crecimiento del ciclo capilar diferente.
- Afecciones inflamatorias como la psoriasis, la dermatitis seborreica o las infecciones fúngicas.
- El uso de herramientas de peinado y calor constante, como los secadores, que acaban por debilitar el cabello.
- Tener problemas de tiroides. «Hay que tener bajo control su función, ya que ni el hipotiroidismo ni el hipertiroidismo son buenos para su crecimiento” – nos cuentan desde Dalire Cosmetics.
- La falta de horas de sueño, ya que es el momento en que se renuevan las células por la noche. Entre 7-8 horas sería lo aconsejable.
- Una mala elección de cosméticos capilares: hay que invertir en buenos champús y aceites, así como en acondicionadores nutritivos o mascarillas libres de químicos y tensioactivos que eviten llegar a una dermatitis o un debilitamiento progresivo.
Y si además se nos cae, ¿qué podemos hacer?
Observar cuánto baja la densidad capilar para actuar
En otoño e invierno, la caída del cabello se acentúa, una etapa que va de 4-6 semanas en la que luego, el cabello vuelve a la normalidad. “Tenemos que observar si la densidad capilar baja demasiado con los años, o si todo sigue igual. Esto lo podemos comprobar pasando los dedos entre los cabellos y apretando desde el cuero cabelludo hasta las puntas, para después repetir la operación sobre toda la cabeza. Si hay menos de 10 pelos, todo está en orden, más de 10 estás empezando el proceso de caída y más de 15 estás en el momento crítico y hay que tratar sí o sí” – afirma David Lesur, director de formación de David Künzle.
Intervenir lo antes posible
Hay que saber que cuando se cae el cabello, este lleva “muerto” ya varias semanas. “Lo mejor es intervenir lo antes posible, para no dejar que se enquiste el problema. ¿Cómo? Con algún tratamiento anticaída con aminexil, que previene la rigidificación del colágeno, reforzándolo y eso genera más anclaje del cabello en el cuero cabelludo”. Lesur defiende los champús y otros productos destinados a la caída y su uso habitual: “Tenemos que saber qué champú es el más indicado para nuestro cabello, que no irrite, pique o si este es graso o más seco, y en función a esto, también cuántas veces debemos lavarnos la cabeza. Si hablamos de factores ajenos a los tratamientos de peluquería, una correcta alimentación rica en zinc, vitamina B12, frutos secos como almendras o nueces o los betacarotenos de las zanahorias, calabaza, papaya, etc… pueden ayudar y mucho a su cuidado y regeneración”.
Utilizar productos indicados
Víctor López, del grupo TH Cosméticos que distribuye en España la firma California Mango, recomienda especialmente aquellos champús que no tengan sulfatos para que el daño sea menor: “Los sulfatos son altamente irritantes y responsables de que la coloración sea mucho menos duradera, lo que también incide en la caída capilar. Además, alteran la secreción de sebo y eso genera más caspa y picor. Los champús sulfate free son fácilmente reconocibles porque no generan espuma y no suelen oler salvo a frutas, flores o plantas en algunas marcas”. Entre los recomendados también, podríamos citar los de la firma sevillana Dalire, sin sulfatos y uno de ellos con extracto de cebolla (que reduce la inflamación en el cuero cabelludo y estimula el riego sanguíneo) y pomelo, que gracias a su vitamina C y ácido fólico colabora en la producción de colágeno para aumentar su fuerza y elasticidad. Esperanza Sáenz, su responsable de imagen, pone su atención en un buen champú, un acondicionador, y una buena crema nutritiva para lograr un cabello limpio y cuidado que fortalezca además las fibras capilares, sin olvidar el problema del frizz en esta época del año: “El cabello seco absorbe el exceso de humedad y provoca la hinchazón del tallo y rotura de la cutícula. Frágiles y propensas a romperse , pierden su elasticidad natural y adquieren una apariencia de león que puede desanimar incluso a las mujeres más motivadas”.
Ahora que conoces las razones por las que no crece el pelo, es el momento de cuidarse y comenzar con la solución. ¡A por ello!