
¡Último episodio de nuestro viaje a Tailandia! Como ya os contamos en un post anterior, los días en Phuket los dedicamos a disfrutar de la playa y nuestro hotel en la playa de Kata. Sin embargo, hubo un día que hicimos una excursión de día completo en barco por las islas Phi Phi, una experiencia indispensable si vas al sur de Tailandia.
Nos recogieron en una mini bus, que estaba curiosamente tuneado, y nos llevaron a la Marina de Phuket, donde subimos a un barco para recorrer las islas que se encontraban a una hora de allí. Tuvimos suerte con el tiempo, con nubes pero sin demasiado sol, así que el viaje por el mar de Andamán fue de lo más agradable.
Paramos primero en la isla pequeña, Phi Phi Leh, y fondeamos en la Cueva de los Vikingos, llamada así por unas pinturas encontradas en su interior (aunque no se ha demostrado que de verdad tengan origen vikingo) para hacer snorkel.
Nuestra siguiente parada en la laguna Pileh fue, para mi gusto, lo mejor del día. Una extraordinaria piscina natural rodeada de grandes acantilados rocosos, con agua turquesa y fondos de arena blanca que se conservaban muy bien para la cantidad de visitantes que recibe ese lugar cada día. Allí pudimos disfrutar de un baño de ensueño y jugar en el agua con nuestros compañeros de viaje. Ya sólo por esa maravillosa experiencia había merecido la pena todo el viaje.
La gran decepción llegó más tarde, cuando quisimos visitar la famosísima playa de Maya Bay, que tal como nos había advertido nuestro guía, estaba completamente llena de embarcaciones y turistas. Igual os sonará este sitio porque fue escenario de la película «La Playa» de Leonardo Di Caprio, de ahí que sea el mayor reclamo turístico de la isla. Al asomarnos a esta paradisíaca playa y ver tanta gente, decidimos no bajar del barco, dar la vuelta e invertir nuestro valioso tiempo en otro sitio. Cerca de allí paramos con el barco en unas rocas llenas de monos para darles de comer, eso sí, con cuidado no fuese a saltar ninguno al barco y se viniese a casa con nosotros.
A mediodía, fuimos a la isla grande, Phi Phi Don, para almorzar y dar una vuelta por sus dos bahías. Allí si que había restaurantes y tiendas, y mucha mucha gente.
Y para terminar de rematar el día, pasamos la tarde en la pequeña isla privada Rang Yai, un pequeño paraíso al que solamente pueden acceder unos pocos barcos al día. Gracias a ello, la isla está en muy buenas condiciones y puedes paser, tumbarte en la arena bajo las palmeras o adentrarte a la selva de su interior sin casi gente que te moleste ¡Una gozada! Había momentos que nos sentimos como naúfragos en una isla desierta.
Fotografías por: Colubi Light Photo
Kaftan: Shein
Gafas de sol/Sunglasses: Uterqüe
Bolso/Bag: Bangkok Market
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¡Qué buena pinta! Seguro que lo pasatéis genial.
Hoy en el blog una propuesta para decoración de interiores con predominio del blanco y negro y unos detalles que te van a encantar ! 😉
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❤ Besos de http://www.withorwithoutshoes.com ❤
Qué pasada de viaje, los paisajes son espectaculares. Un beso
http://elsecretodemistercloset.com
Uno de los lugares que he visitado que más me ha gustado. Estas islas tienen algo especial!
Besotes guapa
http://www.mybeautrip.com
Hola! María, quisiera leer un post, sobre organizar viajes ( vacaciones).. Un beso enorme bonita 🙂
OK! me apunto la idea Silvina 😉 un beso enorme