Una casa en Suecia con pinceladas rústicas y un aire bohemio que invita a encender velas, incienso y reposar en unos cojines sobre su precioso suelo de madera.
Una gran casa de 300 metros cuadrados que cuenta con 19 ventanas por las que fluye la luz natural del sol, su estilo no guarda regla alguna y esto, quizá, sea su encanto más valioso. La ausencia de reglas y el espacio libre de impedimentos con los muebles justos, nos transmite serenidad y armonía.
En esta casa se fusiona lo antiguo con lo contemporáneo y el resultado no puede ser más asombroso.
Fotografías: Scandinavian Retreat, Home and Delicious