Si has leído el título y te ha llamado la atención para bien, entonces el apartamento que hoy te traigo no te dejará indiferente, es pura delicadeza.
Desde luego que la gran protagonista de la casa es la pared de ladrillo visto que encontramos en la cocina, que contrasta en total armonía con una decoración nórdica de colores blanco y pastel y con muebles, pocos pero escogidos con mimo, algunos escandinavos, como el set de mesas auxiliares frente al sofá y otras piezas de inspiración Vintage, que crean en la vivienda una atmósfera dulce y muy acogedora. Los taburetes de la barra de la cocina, la mesita en color menta de la sala de estar o la vitrina forrada de papel, son solo algunos ejemplos de las reliquias vintage que nos podemos encontrar.
El dormitorio principal es una auténtica cucada y recuerda a una casa de campo.
Tanto la pintura de la pared, como el color de los muebles y la gama cromática de la ropa que envuelve la cama transmiten relax y confort.
Pero lo especial de esta casa no se queda ahí, la pared del hall y el pasillo que conecta con la sala principal está forrada de papel estampado, también con dibujos de inspiración vintage pero en colores suaves y agradables.
En cuanto a la funcionalidad y el aprovechamiento del espacio, se trata de un hogar muy práctico
Una cocina con barra americana, de un lado conectada con la sala de estar y del otro abierta a un balcón ideal para cenar fuera cuando el tiempo acompaña. Una cena romántica, un desayuno en familia… La terraza, sin duda, es uno de los tesoros de la vivienda.
Pocos muebles pero todos ellos muy funcionales; estanterías, cajas y cajones de almacenamiento y un completo cuarto de baño.
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