El color mint es el verdadero protagonista de este acogedor y reducido apartamento nórdico. 31 metros cuadrados llenos de luz, muy bien distribuidos y en donde se respira confort y buen gusto. Toques femeninos, como los tonos rosas de los cojines del sofá, o el jarrón con flores que está situado sobre el set de mesitas auxiliares.
Sería una casa ideal para una persona soltera, yo me imagino a la típica chica recién graduada en periodismo, con ilusión, con encanto, rebosante de estilo… Y con muchas ganas de pasar horas y horas en la redacción de una gran revista de moda. Este sería el piso ideal para ese tipo de mujer independiente, radiante y con muchos sueños por cumplir.
Y es que, se trata de un estudio coqueto, con muebles estilosos y con colores muy naturales, que hacen de esta vivienda un lugar fresco, con personalidad y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
La cocina es pura coquetería, es una monada y además es la estancia independiente de la casa, en donde prima el color menta, dispone de un montón de almacenamientos y una encimera lo suficientemente grande como para poder disfrutar cocinando.
A pesar de que la sala de estar y el dormitorio tienen que compartir suelo, el estudio cuenta con una terraza de buen tamaño desde donde entra mucha luz y en donde también se puede aprovechar el espacio como zona de lectura, ya que está acristalada, convirtiéndose en una estancia más del hogar.
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