A veces la belleza se encuentra en las cosas más simples y no es necesario contar con elementos llamativos o con tonalidades más intensas para conseguir un espacio bonito y elegante. Este apartamento nórdico es un ejemplo de cómo la simplicidad de los colores neutros y el ser esencial y básicos en la elección de los elementos decorativos, dan como resultado un ambiente relajado, acogedor y bello.
Seguro que el objetivo principal de la persona que iba a habitar esta casa era lograr un hogar por y para el descanso, y lo ha conseguido gracias la elección de tonos suaves en textiles y muebles y a la austeridad a la hora de incluir accesorios. No hace falta recargar una habitación para hacer que ésta sea especial, lo especial está en eso, en conseguir que algo simple destaque y transmite lo que busquemos, serenidad y olor a hogar.
De hecho la fuerza recae en las plantas, que aportan un punto fresco y de vitalidad a la casa y absorben toda la luz que entra por las ventanas para que la iluminación de cada estancia sea lo más natural posible. Encontramos macetas en todas las habitaciones, cocina, salón, dormitorio… Son el único toque de color de esta vivienda y son las encargadas de elevar la intensidad de una decoración totalmente neutra.
Tejidos frescos y naturales como el mantel, el sofá o la alfombra de fibras naturales que encontramos a los pies de la cama del dormitorio y que, además, es una de las grandes tendencias de la temporada en decoración nórdica.
Así que ya lo sabes, si buscas un hogar relajado, sereno, cálido y fresco, ficha unas cuantas ideas de esta casa, porque verás que con muy poco puedes conseguir más de lo esperado.
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