En los posts de las últimas semanas hemos ido analizando las nuevas tendencias en novias para la temporada que viene, así como diseñadores que se mueven en un estilo de novia determinado o diseñadores que han presentado recientemente algunos de sus próximos diseños y este es el caso del post de hoy, quiero hablar de la nueva colección que ha presentado Otaduy, y de paso que la conozcamos un poco más o sencillamente la conozcáis si no habéis oído hablar de ella.
Carolina Otaduy, de ahí el nombre de la firma, es de San Sebastián y aunque inicialmente no estudió diseño ni tenía pensado dedicarse al mundo de las novias, acabo gestando este proyecto de crear una firma de lifestyle en el año 2011, donde empezó diseñando y atendiendo en el salón de su casa hasta que abrió su primera tienda, que se cuentan por varias a día de hoy en España, Europa y Asia, concretamente en Japón, a raíz de su estancia en Estados Unidos, donde se marchó después de trabajar directora de Marketing en Hermés relojes y Chaumet, y que le permitió desarrollar su parte más creativa siendo el origen de lo que es hoy Otaduy.
Otaduy es una firma de lifestyle que no se dirige a una novia en concreto, no hay un estilo de novia definido, sino que más bien como ella dice, Otaduy es una forma de entender el amor que es lo que importa al final.
Partiendo de la inexistencia de un estilo definido de novia, Carolina diseña vestidos de novia al gusto de la novia, para que sea ella misma, no como los demás la ven o quieren que sean, diseña vestidos tanto para la novia dulce que quiere sentirse una auténtica princesa como para aquella novia traviesa que no busca disfrazarse para su boda sino simplemente llevar un vestido que sea un reflejo de su personalidad.
Pero aunque no haya un estilo de novia definido, la purpurina, las bolas de espejo y el glamour de las fiestas de Studio 54, Nueva York en los años 70, se convierten en el leitmotiv de su colección “I do”.
Una colección que desprende fuerza, estilo, glamour y personalidad al mismo tiempo que combina feminidad y elegancia con un toque rebelde como en los años 70.
Colección marcada por el eclecticismo en la que destacan tejidos con mucha personalidad, trabajados a mano en sus talleres como gasas de seda y guipures y en la que la pieza clave es un tejido con flores en relieve junto a hojas bordadas en el tul, todo en una paleta de rosas y verdes pasteles.
Los protagonistas de esta colección son las mangas murciélago, los vestidos en dos piezas, una falda de gasa de seda con más de diez metros de tela, faldas de tul y una chaqueta, la cazadora Rosalind que lleva bordado el nombre de la colección, “I do” en la espalda y flecos en las mangas, sin duda una pieza muy especial para aquellas novias que apuestan por un estilismo diferente y muy personal el día de su boda.
¿Conocíais esta firma española de novias? ¿Qué os ha parecido?
Fotos: Vogue.es
