En más de una ocasión os he comentado por aquí, lo mucho que me gustan las bodas en sitios diferentes, originales o poco vistos para celebrar un enlace, como por ejemplo en un granero.
En nuestro país, cada vez son más comunes los matrimonios civiles, los cuales se prestan más a poder realizar la ceremonia y el banquete en un mismo lugar. Por eso, proliferan las bodas en espacios más auténticos.
Aunque contar con ayuda profesional a la hora de organizar todo, es algo muy recomendable, esta pareja se encargó personalmente de su boda. De todos y cada uno de los detalles.
Una de las razones por las cuales escogieron este espacio, es que debía ser lo suficientemente vasto como para poder montar tiendas de campaña y que, tanto sus invitados como ellos mismos pudieran estar allí días antes de la boda para ultimar preparativos y el día después para descansar y empezar su nueva vida rodeados de todos sus amigos y familiares.
Así que un terreno amplio con un granero, les pareció una gran idea para festejar esta fecha tan especial junto a sus seres queridos, sin perder detalle de la organización.
Todo en esta boda estaba muy pensado. El diseño floral de las invitaciones era muy similar al ramo de la novia, las damas de honor y los testigos del novio iban vestidos igual, las servilletas llevaban estampado un sello personalizado de los novios, las mesas eran de madera con una decoración muy sencilla y rústica… En definitiva, todo iba muy acorde con el espacio y el resultado me parece fascinante.
Me encanta ver este tipo de bodas, en los que con o sin ayuda los novios se involucran al máximo en la organización de su boda, para conseguir que ese día sea lo más parecido a como lo han imaginado y en el que ambos disfruten de lo lindo.
¿Qué os parecen este tipo de bodas?
Fotos: greenweddinghsoes.com