Hoy en día, aspectos como el aumento de los contaminantes, los aditivos alimentarios, pesticidas, la aparición de nuevas fibras textiles, los cambios hormonales, y muchas veces el exceso de limpieza (uno de los grandes enemigos de la piel atópica) hacen que proliferen las consultas a las unidades de dermatología por problemas de sequedad e incluso dermatitis atópica.
Yo siempre he tenido una piel muy delicada y ya llevo un tiempo usando geles de farmacia como Gel-Aceite Lipikar de La Roche-Posay que ya os comenté en un post hace algún tiempo.
Como complemento a la hidratación que aporta este gel-aceite uso la crema hidratante de cuerpo DEXERYL de Pierre Fabre, que la podéis encontrar en formatos de 50, 250, 500 gr. Es una de las mas económicas y funciona muy bien. Concebida para reducir los estados de sequedad cutánea en la dermatitis atópica, Dexeryl aplicado periódicamente disminuye la necesidad de recurrir a los dermocorticoides, así como la irritación cutánea.
Su eficacia se basa principalmente en su formulación: la vaselina y parafina líquida aseguran un efecto filmógeno protector que se opone físicamente a la evaporación del agua y por tanto a la deshidratación. Contiene, además, glicerol que favorece la hidratación cutánea. Constituye, así, una barrera frente a las agresiones externas. Evita y reduce las irritaciones. No contiene ni lanolina ni perfume, por lo que es una emulsión de extrema tolerancia.