La Semana Santa ya está aquí. Y aunque los más organizados tienen todo atado desde hace semanas, muchos seguimos soñando con una escapada de última hora. Buenas noticias: aún estás a tiempo de montarte un plan que te recargue por dentro y por fuera. Porque no hace falta cruzarse medio mundo para desconectar, ni tenerlo todo planeado con antelación para vivir unos días especiales.
Aquí van tres ideas para aprovechar estos días como te mereces. Tres formas distintas de entender el descanso, el disfrute y el tiempo libre. Y sí, aún puedes hacerlas realidad:
Oliva Nova: el plan que lo tiene todo
Sol, mar, calma y buen gusto. Si tu cuerpo te está pidiendo una pausa de las de verdad, Oliva Nova es esa escapada que parece hecha a medida. En plena Costa Blanca, este refugio natural cuenta con una de las playas más bonitas (y tranquilas) de la zona, un campo de golf rodeado de dunas, y una oferta gastronómica y de bienestar que invita a no mirar el reloj.
Pero lo que de verdad marca la diferencia es la experiencia de alojarse su resort. Un espacio diseñado para descansar, para compartir y para disfrutar desde el primer minuto. Tanto si vas en pareja como en familia, Oliva Nova es ese destino donde todo fluye: desde un paseo por la orilla hasta un tratamiento en el spa, pasando por una comida frente al mar o una jornada de deporte al aire libre. Porque sí, aquí también puedes practicar pádel, golf o incluso ir al centro ecuestre a ver las carreras de caballos. ¿Lo mejor? Que durante estas fechas puedes beneficiarte de un 30% de descuento. ¡Un plan redondo!
Ruta de interior: pueblos con historia y naturaleza en estado puro
Si lo tuyo no es tanto el mar como el encanto tranquilo del interior, esta Semana Santa es la excusa perfecta para descubrir los tesoros rurales que tenemos a un par de horas de casa. Castilla-La Mancha, Teruel, la Sierra de Gredos o el interior de Alicante y Valencia esconden pueblos con siglos de historia, calles empedradas, hornos de leña y rutas que parecen sacadas de otro tiempo.
Puedes improvisar un roadtrip, elegir una casa rural con encanto y dejar que el plan se arme solo: desayuno con vistas a la naturaleza, paseo por el campo, comida de cuchara…Todo eso suena bastante bien, ¿no?
Además, durante estos días, muchos de estos pueblos celebran tradiciones únicas, procesiones pequeñas con un encanto especial y mercados artesanos donde el tiempo parece ir más despacio. Perfecto si buscas desconectar del ruido de la ciudad.
Escapada urbana: cultura, terrazas y hoteles con alma
Para quienes no quieren salir de la ciudad o prefieren cambiar de escenario sin renunciar al ritmo urbano, hay otra opción igual de apetecible: redescubrir una ciudad en modo slow. Madrid, Sevilla, Valencia o incluso ciudades más pequeñas como Córdoba o San Sebastián se viven de otra manera en Semana Santa. Más tranquilas, más disfrutables, más tuyas.
La clave está en elegir bien: un hotel bonito y céntrico, una buena agenda de planes culturales (desde museos hasta teatro o exposiciones), y tiempo para saborear sin prisas. Brunchs tardíos, terrazas al sol, tiendas especiales, conciertos íntimos o cenas en esos restaurantes que suelen tener lista de espera.
Y sí, también puedes disfrutar del ambiente especial de las procesiones, aunque sea desde la distancia, con la sensación de que no hace falta mucho más.
A veces, lo mejor es no planear tanto y dejarse llevar por lo que el cuerpo pide: descanso, un buen plan y buena compañía. ¡Aún estás a tiempo de vivir una Semana Santa inolvidable!